La semana en Roca

Yo digo

Cualquier reforma nace de una simple opinión particular.

Lo importante es dejar de lado la cobardía para manifestarla y aplicar luego la cuota de sabiduría necesaria para cambiarla si en el debate aparecen aportes superadores.

El proceso no sabe de cuestiones objetivas. "Sólo podemos dar una opinión imparcial sobre las cosas que no nos interesan, sin duda por eso mismo las opiniones imparciales carecen de valor", afirmó Oscar Wilde.

Un barrio, una ciudad, una provincia, necesitan nutrirse de opiniones para transformar en brillo el futuro de sus realidades opacas.

Esta Roca de plazas descuidadas, accesos de tren fantasma y recuerdos de un pasado mejor ha ratificado en los últimos días una virtud incipiente pero promisoria: el interés de distintos sectores por involucrarse en la cuestión pública.

El punto de partida del análisis puede fijarse en las opciones para elegir las próximas autoridades. Comparando con 1999, el próximo 26 de octubre habrá dos boletas más en el cuarto oscuro, pero el dato a tener en cuenta es el quiénes se presentan de esos nueve partidos (ocho para la todos los cargos y uno sólo con lista de concejales) Salvo el peronismo, todas las estructuras buscaron para la intendencia una figura surgida fuera de la militancia política partidaria de todos los días.

Sí, es cierto, "Goyo" Martínez fue presidente del Concejo entre 1995 y 1999, pero con perfil bajo y suficiente aire recuperado en los últimos cuatro años como para separar su imagen de los saturados dirigentes "post cacerolazo".

En el escenario aparecen además las minorías históricas, que no declinan en su decisión de hacer escuchar sus ideas, y también quien representa tal vez el detalle más saludable del cambio en los estilos de ver y hacer política: Participación Vecinal.

Cuántas adhesiones conseguirán, si sus proyectos son los que necesita la ciudad aquí y ahora, si son los mejores, si son los peores, forma parte de otra discusión Están, se animaron, sacudieron la modorra y proponen. No es poco para un lugar con antecedentes favorables para el malo conocido por encima del bueno por conocer.

Por otra parte, el proceso electoral permitió una vuelta más a la tuerca que gira impulsada por Desur y congrega a varias entidades públicas y privadas dentro del Foro para el Desarrollo Local.

El Pacto por Roca que pretendieron hacer firmar a los candidatos careció del "muñequeo" necesario en épocas de sensibilidades extremas y naufragó ante la negativa de cinco aspirantes y la ausencia de otro. Claro, entre otras cosas les pedían garantizar desde ahora que nunca faltaría el aporte de dinero del municipio para la continuidad de las acciones que buscan promover el desarrollo sustentable. Intencional o no, se trató de una presión y pagaron el precio de la falta de tacto.

No obstante, no dejó de significar un paso adelante en la afirmación del interés del tercer sector por asumir un rol protagónico en la reconstrucción de los tejidos rotos en los últimos años.

Que el saldo de la articulación pública y privada a partir de la próxima gestión municipal sea positivo depende de una cuestión de formas, no de ideologías. Una interesante base para seguir construyendo.

La mirada particular hacia quienes no mantienen un vínculo formal con la comuna permite detectar otro dato favorable en el proceso de incorporación de nuevas ideas al modelo de administración municipal.

Ocurrió el viernes, cuando la cooperativa Faro reunió a todos los candidatos para que expongan sus propuestas y permitan a los comer- ciantes asociados obtener un perfil de cada dirigente.

"Es necesario involucrarnos e interesarnos en esta problemática y comenzar a tener una participación más activa, poniéndonos decididamente de pie para revertir esta negativa y dolorosa realidad y comenzar a tener la ilusión cierta de que día a día Roca será mejor", arengó el consejo directivo en la convocatoria a sus asociados Enhorabuena, porque la ciudad necesita de vecinos animados a protagonizar transformaciones.

Algunos ya usufructúan con sus opiniones los canales abiertos. Pero hay mucho por hacer, por lo cual no queda más que levantar la mano y pedir la palabra.

Hugo Alonso

halonso@rionegro.com.ar