Chos Malal: los problemas de vivir a metros de una barraca

Las quejas son por los fuertes olores y la utilización de químicos.

Los vecinos además se quejan de la presencia de ratas y moscas.

CHOS MALAL (ACHM)-En Chos Malal continúan las quejas por la existencia de barracas en el área urbana, debido a los problemas que generan al medio ambiente por la filtración de afluentes, los olores nauseabundos, la utilización de productos químicos y la presencia de moscas, ratas y otros transmisores de enfermedades. "Recién comienza el calor y ya son insoportables los olores y las moscas", se quejaron quienes viven en las zonas aledañas.

Este año se sancionó una ordenanza referida al tema y los propietarios tienen plazo hasta fin de año para trasladarse a la zona de servicios industriales, por lo que los vecinos deberán continuar conviviendo con estos problemas.

Los vecinos consideran que la existencia de las barracas en áreas urbanas constituye una grave amenaza a la salud de la población en general. No es la primera vez que las barracas originan quejas por parte de los vecinos.

El malestar de los mismos motivó que en junio de este año los ediles sancionaran la ordenanza 1883/03 donde se prohíbe la instalación de nuevas barracas dentro de la zona urbana, determinándose como única zona para su emplazamiento la denominada "zona de servicios industriales".

Pero además la norma legal disponía que los titulares de los establecimientos de estas características que estuvieron habilitados disponían de un plazo de 6 meses para reubicar sus actividades.

Los propietarios de las barracas contarían hasta diciembre para realizar el traslado de la actividad, pero no se han visto iniciativas que indiquen que se trasladarán de los lugares donde actualmente se encuentran.

Las quejas apuntan a dos establecimientos, uno ubicada en calle Justo, entre San Martín y Belgrano, lindante con una escuela que resultó afectada por la filtración de afluentes hacia la huerta escolar. Pero la escuela también sufrió daños en un paredón por el constante fluir de los líquidos y actualmente se ve jaqueada por los malos olores, indicaron sus directivos.

Los reclamos de los vecinos que viven en cercanías de esta barraca tienen que ver además con las moscas y otros tipos de insectos.

El otro establecimiento está ubicado a la vera de la ruta provincial 43, sobre los costas del río Curi Leuvú, el cual si bien está un poco más apartado de la zona poblada, está frente al camping municipal.

Los vecinos se mostraron indignados y plantean la necesidad de que la erradicación de los barracas de la zona urbana a lugares más alejados de la población se haga a la brevedad.

Parte de los problemas son "los daños que ocasionan en el medio ambiente la filtración de afluentes" y tratamos de "preservar la vida humana y el bienestar de quienes viven en esta ciudad", indicaron los vecinos. Los mismos ediles en la norma legal indicaban que el funcionamiento de las barracas "produce problemas ambientales tales como fuertes emanaciones por el uso de productos químicos, la proliferación de insectos y alimañas, con posibles riesgos para la salud de la población".

El objetivo de la ordenanza era precisamente evitar el impacto de esta actividad con el medio ambiente y subsanar los inconvenientes que producen en el vecindario y por eso se decidió el traslado de las barracas a la zona de servicios industriales.