Miércoles 8 de octubre de 2003

Preocupan en Catriel los ataques contra postes de alumbrado y aspersores

CATRIEL (ACA).- "Catriel padece desde hace tiempo un vandalismo sistemático contra la obra pública", se quejan desde el municipio. Descartan que esto persiga fines políticos y adjudican estos hechos a jóvenes que, en horas de la madrugada, cometen desmanes. Así aparecen rotas a hondazos luminarias y desaparecen aspersores de las plazas.

Según cuentan desde el área de obras públicas de la comuna, "basta inaugurar una obrita cualquiera, para que a los pocos días aparezca rota, como si no la pagaran también los padres de los pibes que hacen esto. Lamentablemente nadie quiere denunciar nada", dijo a "Río Negro" José Luis Suárez, director de Obras Públicas.

Los vecinos coinciden con la información y reclaman un cambio cultural. Aunque creen que "esto también habla por sí solo que al municipio y a nosotros como comunidad nos falta encarar alguna acción que contenga a esos chicos. Me parece que la naturaleza humana no es así. Tal vez esto sea simplemente una señal de que hay algo en nosotros –no en todos pero en algunos- que no está funcionando bien",respondió Clara, un ama de casa consultada por este diario.

Otras voces de vecinos dicen que "hasta hace poco -cuando aún YPF era del Estado- muy pocos tenían sentido de pertenencia. Y no sé si hoy lo tiene el grueso de la localidad. Acá venían muchos con YPF y estaban pensando que algún día se volverían a su localidad. Y eso se transmite. Si esos chicos, que no sabemos quiénes son, tuvieran sentido de pertenencia, no harían eso. Me imagino que no llegan a su casa a romper la mesa o el inodoro o la cocina. Pues entonces, el pueblo es tan de ellos como su cocina o sus sillas", reflexionó un señor mayor, que recorría el centro devorando cigarrillos.

Suárez pone el acento en la toma de conciencia. "Hay cosas elementales. Si saben –por ejemplo- que el basurero pasa a tal hora y sacan las bolsas 5 ó 6 horas antes, es natural que los perros las rompan y se llene de basura. Eso pasa en nuestro pueblo y también es cuestión de conciencia. Por es todo un contrasentido que pongas una luminaria, como nos pasa siempre, y que a los dos días esté rota de un piedrazo o de un tiro", dijo.

Desde el ámbito policial aseguran que las recorridas se hacen, aunque confiesan que el personal es menor al necesario. "Multiplicamos esfuerzo, y nuestro personal trabaja todo el tiempo para llevar seguridad a los vecinos", aseveró el comisario Juan Cauquoz.

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