Sábado 4 de octubre de 2003

Espera hace dos meses una derivación que no aparece

Un bebé de cuatro meses, que desde que nació está internado por serios problemas de salud, espera una urgente derivación que Salud Pública no termina de cerrar. Su vida corre peligro.

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Carlos Sandoval está internado en una sala de neonatología de una clínica en Roca. Los médicos dicen que hay que derivarlo urgente.

ROCA (AR).- Carlos Daniel Sandoval está por cumplir cuatro meses y no conoce otro lugar en el mundo que no sea una sala de internación. Sus padres llegaron desde Maquinchao a Roca y desde que nació luchan contra las tres patologías que ponen riesgo la vida del bebé. Pero sobre todo luchan contra la incapacidad del Estado para dar soluciones ante los casos más graves que afectan la salud de los más humildes.

El relato de Adrián Sandoval y Nancy Montiel desespera. Su hijo padeció desde el primer minuto una cardiopatía congénita, hidrocefalia y mielomeningocele.

Ayer, luego de deambular por los pasillos del municipio roquense en busca de algún funcionario que les dé una mano, contaron a este diario que el pequeño espera desde hace dos meses una cama para que le operen el corazón.

"Los otros dos problemas los arreglamos acá, después de que lo derivaron desde el hospital al sanatorio Juan XXIII, pero ahora no sabemos qué hacer con lo del corazón. Nos dicen que en Buenos Aires no pueden recibirlo porque está con respirador. En La Plata aparentemente tampoco pueden y en Mendoza apareció una posibilidad, pero nos dijeron que sólo tienen cuatro camas y hay otros nenes en espera", señaló Adrián.

Todos los contactos se realizan a través del "López Lima", ya que se trata de un paciente de Salud Pública.

Mientras el tiempo se dilata, la salud de Carlos empeora. "El médico que lo atiende acá nos dijo que no se puede esperar mas, que necesita la operación urgente porque si no ...", apuntó Nancy sin querer siquiera nombrar la palabra que tanto los asusta.

Para avalar la necesidad de su bebé, Adrián y Nancy exhibieron todos los certificados y evaluaciones médicas de centros públicos y privados que confirman la existencia de las tres patologías desde el nacimiento y la necesidad de derivación para solucionar la cardiopatía.

"Ya no sabemos qué hacer. Recorrimos todos los lugares posibles y en ninguno nos dan una respuesta concreta ¿Cómo puede ser que un bebé esté esperando una operación urgente y durante dos meses nos digan que no tienen lugar para él en ningún lado?", preguntó la joven madre.

Para colmo, ninguno de los dos tiene un trabajo fijo y la permanencia en Roca se hace cada vez más complicada.

Respecto de las respuestas que obtuvieron cada vez que golpearon la puerta de un despacho oficial, indicaron que "sólo el ministro (Alejandro) Betelú nos ayudó con gestiones, pero fuera de eso no hubo nada".

Cabe recordar que la mielomeningocele, también conocida como espina bífida, es un trastorno congénito (defecto de nacimiento) donde la columna vertebral y el canal medular no se cierran antes del nacimiento, permitiendo que la médula espinal y las membranas que la recubren sobresalgan por la espalda del niño.

En tanto, la hidrocefalia es un trastorno asociado con exceso de líquido en el interior del cerebro.

Por su parte, una cardiopatía es una enfermedad que afecta al músculo cardíaco (miocardio) y suele provocar un bombeo cardíaco inadecuado.

Después del contacto con este diario, los padres de Carlos Sandoval siguieron golpeando puertas. Esperan que algún funcionario se contacte con ellos en el Sanatorio Juan XXIII para anunciarles la fecha y hora en que su bebé partirá hacia otra ciudad para operarse.

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