Lunes 27 de octubre de 2003

"No tengo doble discurso"

El rionegrino Miguel Pichetto comienza a ser visto como un primer espadachín de Kirchner, tal como lo fue de Menem en su oportunidad. Las críticas a esa defensa a ultranza y a las contradicciones que se le atribuyen a su línea ideológica (del ala dura a la defensa de Zaffaroni) son respondidos en esta entrevista.

 

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Pichetto: "Kirchner no busca una mayoría automática".

BUENOS AIRES (ABA- El titular del bloque de senadores justicialistas, Miguel Pichetto, sostuvo que no tiene un doble discurso por haber haber sido uno de los más firmes impulsores del "garantista" Eugenio Zaffaroni a la Corte, pese a su conocida línea durante al delito. "Si no lo hubiera apoyado a Zaffaroni era un fascista, como lo hice soy un incoherente", se quejó El político rionegrino hizo una autocrítica acerca de lo que constituyó la "mayoría automática" en la Corte Suprema durante el menemismo, aunque reclamó una reacción similar de otros sectores, en especial de los economistas. Negó que el actual Presidente busque una mayoría adicta, dados los mecanismos que implementó para la designación de los nuevos jueces.

- En el juicio político a la Corte se advierte un ataque frontal a lo que constituyó la "mayoría automática" menemista. ¿Comparte ese criterio?

- Hay un esfuerzo del Presidente para oxigenar una institución que estaba fuertemente cuestionada con críticas personalizadas en algunos jueces. El nuevo mecanismo de audiencias públicas permite designar magistrados idóneos con criterios independientes.

- Habiendo estado usted cerca de Menem, ¿reconoce que en sus gestiones tuvo una "mayoría adicta" en la Corte que resultó negativa para el país?

- Es indudable, surge de los hechos que hubo un alineamiento de la Corte expresado a través de las sentencias. Hay reclamos ciudadanos de mejora institucional y mayor transparencia a los que el actual Presidente trata de dar respuesta.

- ¿Haría una autocrítica de cómo ese Poder Judicial fue manejado por el Ejecutivo en la década del 90?

- Sin duda hay que hacer autocrítica, como la deben realizar los economistas responsables de los grandes lineamientos económicos por los que había que inmolarse en defensa de la convertibilidad. Los economistas estrellas desaparecieron en el 2001, y quedó la representación política dando la cara. La sociedad tiene que terminar con la hipocresía. De todos modos, no tengo una mirada totalmente negativa de los '90 donde hubo aciertos (como desregulación y apertura), así como errores.

- ¿Cómo evalúa la reciente dimisión de Guillermo López de la Corte?

- La considero positiva en términos de oxigenación, porque contribuye a que el proceso de cambio se haga sin traumas y porque el juicio político siempre es una fricción.

- ¿Sería rescatable que Moliné O Connor y Adolfo Vázquez (a quien se le iniciaría el próximo procedimiento) actuaran de igual manera?

- Por supuesto, pero no puedo abrir opiniones sobre decisiones que tienen que tomar los magistrados.

- ¿Cómo explica su apoyo a la nominación de Zaffaroni, cuando

se trata de un garantista con una óptica del derecho penal tan distinta a la suya?

- En primer lugar, tengo una responsabilidad como titular del bloque oficialista; segundo: a Zaffaroni lo propuso el Presidente de la Nación. Pero además no tengo un doble discurso y muchas veces manifesté mi disidencia en relación a la visión del derecho penal y la política criminal de Zaffaroni, y sigo pensando lo mismo. Ello no significa dejar de reconocer su probidad, independencia y trayectoria jurídica. Que piense distinto no puede ser un impedimento, de ser así sería autoritario.

- Muchos que conocen los enfoques tan diferentes se vieron sorprendidos por su respaldo al flamante juez.

- Si no lo hubiera apoyado a Zaffaroni era un fascista, como lo hice soy un incoherente. Es el cuestionamiento constante (tono de queja).

- A contrario sensu, Elisa Carrió dijo estar de acuerdo con las posiciones de Zaffaroni, pero que no hubiera apoyado su pliego por desprolijidades en sus cuestiones patrimoniales.

- Es la visión hipócrita de la izquierda Argentina... Salimos de la oscuridad, avanzamos institucionalmente en la calidad con las audiencias públicas, pero siempre encuentran el "pelo en la leche" - ¿Las objeciones no fueron válidas?

- Fue todo un armado donde algunos medios jugaron muy fuerte pretendiendo que el hombre fuera San Francisco de Asís. Zaffaroni es un ser humano que pudo haber tenido omisiones, pero no es evasor fiscal, ni moroso: ni con la AFIP, ni con la Anses. No ocupó cargos públicos y hasta podía haber obtenido una jubilación de privilegio; sin embargo no lo hizo. Las imputaciones no tienen entidad, son posicionamientos políticos.

- Si se llegara a impulsar -según indican trascendidos- la nominación de una integrante con inclinación hiper-garantista. ¿Cómo actuaría?

- Creo que la presencia de Zaffaroni es suficiente en cuanto a su formación penal, pues se necesita también de otros perfiles. López era especialista en derecho laboral y es probable que se busque seguir esa variante. De todos modos, el algo que define el Ejecutivo.

- ¿No está el peligro de que se constituya en el más alto tribunal una nueva mayoría automática?

- No es el espíritu de este Presidente buscar transacciones. Quien conoce a Zaffaroni sabe de su criterio independiente. No es su intención constituir una mayoría automática al estilo de la década anterior. El objetivo es darle a la cabeza del Poder Judicial el mayor nivel de calidad, credibilidad y recuperación de prestigio con independencia.

- Todos los Presidentes quisieron tener su "propia" Corte Suprema.

- Hay que valorar que el actual mandatario se autolimita. El tenía la facultad de nombrar a quien quisiera, pero abrió un proceso de valoración de antecedentes y audiencias públicas donde cualquiera puede impugnar. Es inédito, porque antes los magistrados se decidían entre cuatro paredes. Hay que recordar que las designaciones de Moliné, Vázquez, Bossert y López se hicieron en siete minutos.

Claudio Rabinovitch

El plan para deudores hipotecarios

¿Cómo se definió sancionar la norma que protege a los quienes hipotecaron su vivienda única?

- Se contemplan situaciones dramáticas de gente que ha quedado sin trabajo y no ha podido afrontar las deudas por sus viviendas únicas que habitan. Nadie deja de pagar porque sí la cuota de su casa. Si no se asignaban fondos desde el Estado iban a empezar a caer los remates de las viviendas.

- ¿No es riesgoso que con un mecanismo flexible se subsidie con fondos públicos que va a costar rescatar?

- No es un subsidio, sino una subrogación de los créditos para que el deudor le pague al Estado. La flexibilidad es el año de gracia concedido.

- ¿Se extendió la protección más allá de quienes figuran en el Registro de deudores?

- Sólo está referido a los deudores con sentencia de ejecución, pero se asimila a quienes acrediten que entraron en mora de enero de 2001 a septiembre de 2003.

- Mucha gente que se esforzó en pagar sus deudas reclama que quienes no lo hicieron finalmente se vieron favorecidos.

- Aquí hay una reparación del Estado que busca restañar heridas traumáticas. Por supuesto que existe una asimetría con respecto al que pagó, pero no es menos cierto que mucha gente en Argentina no es responsable por el colapso del país. En este caso, la ley protege a los sectores humildes de trabajadores con un criterio de justicia y equidad.

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