Viernes 17 de octubre de 2003 | ||||
Zaffaroni ingresará a una Corte llena de internas Con apenas siete miembros en funciones, el alto tribunal se dispone a recibir al nuevo integrante y dirimir las luchas por el poder. La presidencia del cuerpo es el premio mayor.
BUENOS AIRES (ABA)- Los ministros de la Corte Suprema de Justicia que aún siguen en funciones ya están esperando a su nuevo colega, Eugenio Zaffaroni, que en la madrugada del miércoles fue confirmado como nuevo juez del alto tribunal por el Senado de la Nación. El penalista no llegará a un páramo. La embestida gubernamental contra los integrantes de la denominada "mayoría automática", que terminó con el desplazamiento de Julio Nazareno y la suspensión de Eduardo Moliné O'Connor, creó un clima enrarecido en el cuerpo, donde reinan las desconfianzas mutuas y el internismo. Lo cierto es que luego del largo predominio menemista, el tablero político de la Corte ya aparece cambiado. El presidente interino, Carlos Fayt, tiene mandato hasta noviembre; pero sigue esforzándose por hacer de su gestión una bisagra entre dos maneras de manejar el poder en el seno del cuerpo, después de 12 años donde los "jefes" indiscutidos fueron Nazareno y Moliné. Los distintos grupos internos actualmente están conformados en duplas. Desde la llegada de Néstor Kirchner a la Casa Rosada, Enrique Petracchi y Augusto Belluscio se convirtieron en figuras de peso cada vez más decisivo, respaldados por Fayt desde la titularidad del tribunal. Aunque históricamente estos tres jueces conformaron la oposición a la "mayoría automática", durante el último año hubo una ruptura entre ellos, porque Fayt apoyó varias posturas de los sospechados de "menemistas". Sin embargo, Petracchi y Belluscio se muestran encantados ahora con el clima de diálogo y horizontalidad que logró imprimir el presidente interino del tribunal. De hecho, esta alianza entre el nuevo dúo poderoso y el más anciano de los jueces suena natural. Fayt, Petracchi y Belluscio cumplirán en diciembre veinte años en la Corte; fueron designados a fines de 1983 por Raúl Alfonsín, con el retorno de la democracia. Pero el gran amigo de Fayt, últimamente, es Maqueda, que actúa desde las sombras como el operador del Gobierno en la Corte. Esta dupla, llamada los "rosados", opta por el bajo perfil y la negociación permanente con sus colegas Incluso, se dice que fue Maqueda quien convenció a los "últimos menemistas", Adolfo Vázquez y Guillermo López, que retiraran el respaldo a Moliné Vázquez y López suman también varias decenas de pedidos de juicio político, y saben que tarde o temprano los hombres de Kirchner arremeterán contra ellos. De acuerdo a fuentes de la Corte, desde la Casa Rosada ya llegó la señal para López: si renuncia a su cargo, el Gobierno evitará exponerlo al escarnio público, como el que pasaron Nazareno y Moliné Desde hace años que López enfrenta graves problemas d salud; por eso se especula con que abandonará la Corte antes de marzo. Es posible que se abra también otra vacante: Fayt ya tiene 85 años y podría retirarse por la puerta grande si logra pacificar el cuerpo. Aunque quienes lo conocen avisan: "El viejo no renuncia ni loco". El único que quedó sin compañero, en este complicado entramado político, es Antonio Boggiano, que se vio aislado desde la suspensión de Moliné OConnor La semana pasada, cuando el juez suspendido amagó con presentar un recurso ante la misma Corte para defenderse de los ataques del Senado, Boggiano fue el único en apoyarlo. Los demás, por sugerencia de Petracchi, decidieron no opinar, "por delicadeza", y dejaron en claro que se excusarán para dejar la decisión en manos de conjueces elegidos especialmente. Temas pendientes Hay un par de cuestiones importantes que pronto debería resolver la Corte Suprema: la nulidad de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, un pedido de redolarización de los depósitos bancarios, los reclamos tarifarios de las empresas de servicios públicos privatizadas. Ayer, Zaffaroni optó por poner distancia respecto del tratamiento de la nulidad de las leyes, al indicar que "están en la Cámara de Casa
Dura presión a los senadores Eduardo Duhalde tuvo un rol protagónico a la hora de ejercer presión sobre el Senado y torcer decisiones para que se votara en favor de la aprobación del ingreso de Zaffaroni a la Corte. No fue el único. Al mismo juego se sumaron los senadores Miguel Pichetto, Jorge Yoma y el ex jefe de bancada, José Luis Gioja Incluso, desde la Iglesia hubo gestiones, pero en este caso con el objetivo contrario: evitar el acceso al máximo tribunal de un juez al que consideran que tiene posición en favor del aborto. Desde Italia, Duhalde telefoneó a la senadora Mabel Müller -quien se oponía a la designación de Zaffaroni para que revea su posición, y logró su cometido Lo mismo hizo con su amigo, el misionero Ramón Puerta, pero éste se negó. Le dijo que a lo sumo no asistiría al recinto. Otro de los que jugó muy fuerte, tal como informó ayer "Río Negro", fue el jefe del bloque oficialista, Miguel Pichetto. "Hay que apoyar al presidente", sostuvo en varias oportunidades, al ver que los números no alcanzaban "No te podés olvidar la mano que les dio el presidente en la campaña en San Juan", le dijo el rionegrino a su par sanjuanina Nélida Martín, según informó ayer un diario capitalino. Como respuesta, Pichetto se encontró con el llanto de senadora El desconcierto de Martín fue mayor aún cuando un obispo de su provincia vinculado al Opus Dei la llamó para que votara en contra de Zaffaroni, cosa que finalmente hizo. "Seré lo más justo posible" El penalista y criminólogo Eugenio Raúl Zaffaroni, que jurará como ministro de la Corte Suprema de Justicia cuando el presidente Néstor Kirchner firme el decreto para su designación, prometió ayer ser "lo más justo y correcto posible" en el ejercicio del cargo. Kirchner, que a sólo diez días de haber asumido la Presidencia exhortó al Congreso a renovar la Corte, postuló a Zaffaroni como integrante de la Corte y esta madrugada el Senado dio luz verde al pliego del penalista, que cosechó 43 votos a favor y 16 en contra. La Corte funciona con ocho miembros desde que, en junio, renunció el entonces presidente del tribunal, Julio Nazareno Y desde la semana pasada hay sólo siete ministros en funciones porque el Senado, antes de aprobar la designación de Zaffaroni, suspendió al juez Eduardo Moliné O'Connor en el marco de un juicio político que podría culminar con la destitución del magistrado. Hoy el futuro juez de la Corte dijo que rebatirá los cuestionamientos a su designación "siendo lo más justo posible, lo más correcto posible, resolviendo conforme a Derecho, a conciencia, no hay otra". Zaffaroni fue el primer candidato a la Corte que afrontó un proceso de selección inaugurado por Kirchner, y hubo rechazos a su incorporación al tribunal por algunos fallos que firmó cuando se desempeñó como camarista federal y por presuntas deudas previsionales. (DyN)
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