Jueves 16 de octubre de 2003

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Otros 2 mineros murieron ayer en Cochabamba. Proponen que el "vice" lidere una transición.

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Los bloqueos y cortes de ruta se multiplican en todo el país, mientras dirigentes políticos y de derechos humanos iniciaron una huelga de hambre.

LA PAZ Y BUENOS AIRES (AFP/ Télam-DPA).-El presidente de Bolivia Gonzalo Sánchez de Lozada buscaba ayer desesperadamente acuerdos con sus aliados para que no lo abandonen y neutralizar los violentos reclamos por su renuncia, mientras la represión de marchas de campesinos y mineros hacia La Paz provocó otras dos muertes.

La Central Obrera Boliviana llamó ayer, desde un multitudinario "cabildo abierto" en La Paz a una huelga de hambre de mujeres en todas las parroquias del país, "mientras los hombres combaten en las calles", dijo su principal dirigente, Jaime Solares Solares, llamó ayer a mantener una huelga general e indefinida y cortadas las rutas, "cavar zanjas" en las calles y celebrar "una vigilia de 10. 000 esquinas" durante una multitudinaria concentración en La Paz Ante miles de mineros, trabajadores, cocaleros y profesores concentrados en la plaza San Francisco, de La Paz, Solares pidió profundizar la huelga general e indefinida que declaró el 28 de setiembre pasado.

"Los hombres, los estudiantes de secundaria y universitarios y todos los trabajadores y campesinos debemos constituirnos en las calles de La Paz, Sucre, Santa Cruz, Oruro, Cochabamba y Potosí en marchas y vigilias y no moverse aunque venga el Ejército y mate a bala", dijo Solares, minero originario de Huanuni La ex Defensora del Pueblo de Bolivia , el vicepresidente de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos, intelectuales y un religiosos ya dieron inicio a estas huelgas de hambre, exigiendo la renuncia del presidente.

Producto de los bloqueos, La Paz se encontraba totalmente paralizada ayer por tercer día consecutivo. También colapsada por protestas se encontraba la central ciudad de Cochabamba.

Allí, dos trabajadores fueron muertos y otros 14 heridos en Patacamaya por la represión militar a una marcha de 3.000 mineros que ayer salió de Huanuni hacia la capital A diferencia de las manifestaciones del lunes y el martes -que se centraron en la capital y la vecina ciudad de El Alto, dejando más de 26 muertos-, en la jornada de ayer las marchas y protestas se diseminaron por todo el país, especialmente en Sucre, Oruro y Cochabamba. Muchas de ellas buscaban converger hacia La Paz.

La multitudinaria concentración tiene el propósito de descender hasta la residencial presidencial, emplazada en el exclusivo barrio de San Jorge, según un vocero de la unitaria Central Obrera Boliviana Reunido con sus ministros y asesores, Sánchez de Lozada se halla en ese punto, muy cerca del cuartel de la Policía Militar.

Por primera vez desde desatada la crisis, Morales, líder del Movimiento Al Socialismo (MAS) que, según el gobierno encabeza una "conspiración sediciosa", admitió la sucesión constitucional en favor del vicepresidente Carlos Mesa, distanciado del presidente . "Sánchez de Lozada que no siga masacrando al país (...) si él es patriota que renuncie y cree condiciones para una salida constitucional", dijo el jefe de los sindicatos de productores de coca. "Esto no es un golpe de Estado", aseveró

 Posibles salidas

La propuesta es que el vicepresidente Mesa convoque al Parlamento para aceptar la renuncia de Sánchez de Lozada y llamar a una Asamblea Constituyente El dirigente indígena Felipe Quispe respaldó esta iniciativa.

Al respecto, el canciller Carlos Saavedra dijo que "el gobierno está dispuesto a negociar todo menos la institucionalidad y el respeto a la democracia" frente a crecientes pedidos de dimisión de Sánchez de Lozada, ratificados por el líder opositor, Evo Morales. El presidente cuenta con el único apoyo del ex presidente Jaime Paz Zamora, que por esta razón afronta serias disidencias internas en su partido.

En tanto, Manfred Reyes Villa, titular de Nueva Fuerza Republicana (NFR), aliado del gobierno, dio plazo hasta hoy al presidente para que convoque a una Asamblea Constituyente y a un referéndum sobre la exportación del gas y dejaría el gobierno o éste no acepta sus exigencias. En tanto, el gobierno boliviano volvió a recibir ayer un fuerte respaldo de EE.UU.

La crisis boliviana se desató hace un mes cuando la Central Obrera Boliviana anunció una huelga general contra la exportación de gas sin industrializar y en repudio a la represión militar.

La situación empeoró este fin de semana con el aislamiento de la capital y la represión que cobró la vida de al menos 70 personas y heridos.

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