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Israel atacó un "albergue de terroristas" en Siria

Análisis

Una represalia con menos costos políticos que la expulsión de Arafat

A falta de arremeter contra Yasser Arafat, Israel, víctima de un nuevo atentado palestino el sábado, aprovechó un contexto internacional favorable para golpear en Siria, convencido de que cuenta con el apoyo estadounidense y de que no hay riesgos de una escalada regional "Los sirios están en este momento muy débiles. No pueden hacer gran cosa en el ámbito militar", afirmó el investigador israelí Ephraïm Inbar, quien recuerda que "los estadounidenses están en Irak", país limítrofe con Siria. "El simple hecho de que los sirios no anunciaran la operación (israelí), que fuéramos nosotros (Israel) quienes lo hicimos, demuestra claramente que no tienen ninguna intención de provocar una escalada", agregó Inbar, director del Centro Begin-Sadat de la universidad Bar Ilan, cerca de Tel Aviv Siria indicó ayer que había optado por responder al ataque aéreo israelí a través de la vía diplomática, acudiendo al Consejo de Seguridad de la ONU. Casi treinta años después del comienzo de la guerra del Kippur, este ataque contra un campo de entrenamiento cercano a Damasco, utilizado por la Yihad Islámica, el movimiento que reivindicó un atentado suicida que se saldó con 19 muertos el sábado en Haifa (norte de Israel), constituye un nuevo eslabón en el combate que el Estado hebreo libra contra los grupos armados palestinos Es la primera vez desde el estallido de la Intifada, hace más de tres años, que Israel ataca una base en el extranjero de un movimiento radical palestino. Se trata sobre todo del primer ataque israelí en territorio sirio desde por lo menos dos décadas Dubitativos sobre la conveniencia de arremeter en esta fase contra el líder palestino Yasser Arafat, los dirigentes israelíes optaron por otra acción espectacular pero menos arriesgada políticamente El analista Mark Heller estima que el gobierno israelí se decantaba sobre todo por expulsar a Arafat, asediado en su cuartel general de Ramallah (Cisjordania), pero renunció a ello porque "siguen prevaleciendo las voces que dentro del Gobierno y de los servicios de seguridad" estiman que esa medida perjudicaría al país Sin embargo, el gobierno de Sharon tenía que satisfacer las expectativas de su opinión pública "haciendo algo espectacular" después del atentado de Haifa y "no le quedaban muchas opciones", explicó Heller, investigador en el Centro Jaffee para los Estudios Estratégicos de la universidad de Tel Aviv.

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