Un Papa débil pero repuesto retomó sus funciones

"Si Dios quiere" viajará a Pompeya, dijo a 12.000 fieles.

Su corazón y sus pulmones causan preocupación.

El pontífice realizó ayer algunas actividades para intentar demostrar que, pese a su enfermedad, aún cumple con su mandato.

CIUDAD DEL VATICANO (Télam-AFP).- Juan Pablo II confirmó ayer que, "si Dios quiere", visitará el santuario mariano de Pompeya el 7 de este mes, mientras el diario romano La Repubblica publicó que los órganos que mayor riesgo entrañan para la salud pontificia son los pulmones y el corazón "Si Dios quiere, viajaré en peregrinación al santuario de Pompeya", dijo el Papa ante miles de creyentes reunidos en San Pedro El Vaticano confirmó la agenda de las próximas semanas, que culminará con el 25 aniversario de su designación el 16 de octubre y la bea

tificación de la Madre Teresa de Calcuta El Papa mostró ayer mejoras en su salud durante la tradicional audiencia general de los miércoles en la plaza San Pedro, adonde llegó en el papamóvil, saludó con amplios gestos del brazo derecho a las 12 mil personas reunidas y pronunció su discurso general con dos interrupciones para tomar aire y aclarar la voz El martes las condiciones de salud del Pontífice, de 83 años y enfermo de Parkinson, despertaron nuevos interrogantes tras las declaraciones del cardenal Joseph Ratzinger: "El Papa está mal". Durante el viaje a Eslovaquia sus colaboradores llevaron en todas las etapas un desfibrilador y pequeñas tubos con oxígeno para eventuales intervenciones de socorro, dij el "vaticanista" Marco Politti.

En tanto, fuentes del círculo íntimo del Papa, como el cardenal chileno Jorge Medina Estévez y el escritor italiano Vittorio Messori, excluyeron toda posibilidad de una renuncia. "El Papa está afectado en su salud, pero no al punto que no pueda ejercer los actos más importantes del gobierno", dijo Medina  

Ultimas disposiciones

El Papa Juan Pablo II dejó, como es tradición, las disposiciones que deben tomarse después de su deceso, entre ellas que no se se permitan fotografías del pontífice agonizante o muerto. Las disposiciones fueron publicadas en 1996 por el Vaticano "Cuando el Sumo Pontífice esté agonizando, o después de su muerte, nadie tiene derecho a tomarle fotografías, ni, en el primer caso, grabar sus palabras para divulgarlas luego", indica el documento. Ninguna documentación fotográfica o sonora sobre los últimos momentos de vida de Juan Pablo II podrá ser transmitida, a excepción de que lo permita el cardenal camarlengo, hoy el español Eduardo Martínez Somalo. Según la tradición, el Papa será enterrado en la basílica vaticana. Pero Juan Pablo II desearía que lo entierren en su Polonia natal.