Máxima violencia con dos víctimas de secuestros

Otros dos casos volvieron a sacudir a la sociedad. Un cuerpo destrozado y calcinado fue hallado en el auto de un secuestrado. A otro joven le amputaron las falanges y lo filmaron.

Los investigadores hallaron restos de la víctima en los alrededores. Todo apunta a que los autores intentaron borrar las huellas.

BUENOS AIRES (Télam-AR).- Mientras los secuestros de personas se siguen sucediendo especialmente en Buenos Aires, ayer se conocieron dos casos en que los captores demostraron estar dispuestos a todo y sin ahorrar violencia Ayer se encontró un auto totalmente calcinado, con parte de restos humanos adentro. El auto es de una persona secuestrada durante el fin de semana y se trata de identificar a la víctima que estaba calcinada y despedazada.

El otro caso es el de un muchacho secuestrado hace 36 días, cuyos secuestrados mutilaron dos falanges de la víctima y se la enviaron a los familiares como "prueba de vida" (ver "Le cortan dos falanges...").

Con respecto al hallazgo del auto y una persona calcinada, todo ocurrió en un desparramados en un descampado de la localidad de Libertad, partido de Merlo, y todo apunta que puede tratarse de un hombre que había sido secuestrado el fin de semana en la localidad de Garín Fuentes judiciales y policiales explicaron que algunos de los restos aparecieron dentro de un Peugeot 405 y desparramados alrededor del vehículo y aseguraron que lo único que no apareció fueron las manos y los miembros inferiores "Es un hecho totalmente mafioso. Seguramente es parte de alguna venganza", aseguró una fuente policial. Además, el vocero detalló que tanto el auto como los restos del hombre están totalmente calcinados, por lo que se torna casi irreconocible. "Encontramos parte del cráneo y del rostro dentro del auto y la otra mitad de la cabeza en los alrededores", dijo una fuente policial.

En tanto, de acuerdo con la numeración del motor del Peugeot 405, el automóvil pertenece a un hombre que el pasado fin de semana fue secuestrado en la localidad de Garín, partido de Escobar, en un aparentemente caso vinculado con drogas.

El hombre, identificado por la policía como Osvaldo Meza, fue secuestrado cuando salía de su casa a bordo de su auto Peugeot 405 por un grupo de delincuentes que se movilizaba en dos vehículos.

Los secuestradores se lo llevaron cautivo y a las pocas horas se comunicaron con sus familiares para exigir una suma de dinero como rescate, por lo que se dio intervención a la justicia federal de Campana. Desde entonces, los investigadores sospechan que el secuestro forma parte de una venganza por un problema de drogas, dijeron las fuentes.

En tanto, ayer a la mañana, un vecino alertó a la policía sobre la aparición de un auto totalmente calcinado en un descampado de las calles Húsares y Montañeses, en la localidad de Libertad, partido de Merlo. El lugar donde apareció el auto es de difícil acceso, en un camino vecinal, en dirección a Cañuelas, dijo la fuente consultada.

Según el vecino, ayer a la mañana caminaba por la zona y se encontró con el auto totalmente quemado, por lo que llamó a la policía Al llegar al lugar, los investigadores se encontraron con una escena macabra: dispersos dentro del auto fueron hallados algunos restos pertenecientes a un hombre, mientras que diseminados en los alrededores del auto fueron encontrados otros.

Le cortaron dos falanges y las enviaron a la familia como prueba de vida

BUENOS AIRES (Télam).- La familia del joven Pablo Martín Belluscio emitió ayer un pedido de ayuda a "todos los padres y madres del mundo" para lograr que liberen al muchacho que fue secuestrado hace 36 días y a quien sus captores le amputaron dos falanges de un dedo, que fueron enviadas como prueba de vida.

La dramática solicitud enviada por correo electrónico a la agencia Télam comenzó a circular ayer a la tarde por sedes diplomáticas y de organismos de derechos humanos de todo el mundo, con la intención familiar de difundir el caso a nivel internacional.

Es que la familia de este joven universitario y jugador de hockey entró en desesperación la semana pasada cuando recibió, tras comunicaciones telefónicas, dos falanges del dedo índice de la mano derecha de la víctima y la amenaza de continuar con las amputaciones. Los secuestradores pidieron a la familia un millonario rescate por la liberación del joven, al que mostraron en un video encapuchado e indicando el orden de mutilación de miembros que efectuarían en caso de que no se complazcan las exigencias.

Un allegado directo manifestó que los familiares de Pablo "no pretenden desafiar a los secuestradores, sino que apelan a su buena voluntad y que entren en razón porque también a ellos les va a favorecer que aparezca en libertad y con vida". Pablo fue secuestrado el 22 se septiembre a la 0.30 por una banda de ocho delincuentes cuando se retiraba de la cancha de hockey Perú Beach, de Martínez, cuando terminaba su entrenamiento.

El movimiento de extraños armados alertó a un custodio privado de la zona que avisó a la comisaría local, sin saber que se trataba de un secuestro extorsivo, por lo que partió hacia el lugar indicado una patrulla para averiguar qué ocurría. Cuando los captores advirtieron la presencia de policías comenzaron a dispararles con fusiles FAL hasta herir a dos de los efectivos, tras lo cual huyeron. Días después comenzaron lacónicos llamados telefónicos en los que se exigía el rescate.