Martes 28 de octubre de 2003
Elegantes ladrones desvalijan céntrica joyería de Roca

Redujeron a cuatro personas, vaciaron la caja fuerte y encerraron a sus víctimas. Bloquearon la alarma y abandonaron el local. Tardaron tres o cuatro minutos.

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Como titular de la entidad de joyeros de la zona, Eduardo Hernández había pedido más seguridad. Ayer vivió un robo en carne propia.

ROCA (AR).- Dos elegantes delincuentes asaltaron ayer en plena tarde, una céntrica joyería roquense, y tras bloquear la alarma del comercio, se fueron caminando hasta desaparecer sin levantar la mínima sospecha de todos aquellos que caminaban a esa hora por la calle Tucumán.

El asalto se produjo en la joyería Alier, donde su dueño Eduardo Hernández fue encerrado en un baño junto a dos empleados y a su padre. Si bien la policía llegó rápidamente al lugar, no se había logrado dar con la dupla de ladrones, que actuaron a cara descubierta y con armas de fuego.

Este robo potencia aún más la queja sobre la inseguridad que viven los comercios de este ramo en el Alto Valle, aunque los casos crecieron en todo el país.

El asalto en Alier se produjo ayer a las 16.40. En el lugar estaban dos empleados atendiendo a un joven vestido prolijamente de sport. En ese momento llegó Hernández y se dirigió a una oficina que no está a la vista del público.

"Estaba prendiendo la computadora cuando de repente me agarraron de atrás. Pensé que se trataba de una broma de un proveedor, pero noté que no me podía zafar y que en forma inmediata me encontré con que tenía el caño de un arma en mi frente", aseguró.

"El tipo me dijo 'tirate al suelo, ¿o querés que te pegue un tiro?', y lógicamente obedecí", señaló Hernández.

El propietario de Alier, y a su vez presidente de la Cámara de Joyerías, Relojerías y Afines de Río Negro y Neuquén, vio como sus empleados y su padre también llegaban a la parte posterior del local, reducidos por un segundo delincuente.

Rápidamente, los ladrones se fueron a la caja fuerte del local que estaba abierta. Buscaban oro, y se llevaron gargantillas, pulseras y anillos con piedras naturales, además de otras joyas de plata. También se alzaron con una cantidad de dinero no especificada, aunque se trataría de un monto importante.

"Estuvieron muy pocos minutos, tal vez tres o cuatro, aunque nos pareció una eternidad. No nos golpearon, pero nunca nos dejaron de apuntar", aseguró Hernández.

Tras guardar todas las joyas y el dinero en un maletín, los delincuentes encerraron a las víctimas en un baño. Pero la sorpresa fue más grande, cuando Hernández intentó accionar una alarma que suena en la Policía, y cayó en la cuenta que había sido anulada por los delincuentes.

La puerta del baño no había sido cerrada con llave, y cuando las víctimas se aseguraron que los delincuentes ya no estaban, salieron rápidamente a la vera.

Sin embargo, y según lo que pudieron averiguar los damnificados, los delincuentes fueron cuidadosos hasta para abandonar el lugar, ya que sin perder la compostura, salieron de la joyería sin llamar la atención y con tranquilidad. Se especula que a los pocos metros tenían algún auto estacionado, por lo que desaparecieron de la escena del robo sin dejar el mínimo rastro.

El gabinete de Criminalística buscaba ayer alguna huella dactilar que pudiera orientar la investigación, ya que las víctimas no pudieron verle los rostros a los delincuentes.

Una preocupante seguidilla en todo el país

ROCA (AR).- Los asaltos a joyerías no sólo se han incrementado en el Alto Valle, sino también en el resto del país.

En la última semana, prestigiosas casas como "Vendemia" (Mendoza), "Cormery" (Pilar), "Montagne" (Río Grande) y "Santarelli" (ubicada en Florida al 600 de la apital Federal), fueron asaltadas por "especialistas".

En todos los casos fueron robos muy rápidos y muy bien coordinados. Los delincuentes buscaban especialmente joyas de oro.

Incluso, el sábado al mediodía, cuando ocurrió el asalto en la tradicional joyería porteña Santarelli, uno de los delincuentes les decía a sus cómplices: "vamos, vamos... que se nos van los cuatro minutos". Esto da una idea de la coordinación que había entre los ladrones, que incluso sabían cuánto tiempo podían estar en el lugar sin correr demasiados riesgos.

En la región del Alto Valle está sucediendo alga parecido, y el de ayer no fue un hecho aislado, ya que se suma al de la joyería "Kilates" de Cipolletti, ocurrido a rincipios de este mes, al de la joyería neuquina "La Oriental"; al robo en el comercio roquense "Titanium", en junio pasado; y a "Daniel's", en Cipolletti, donde se llevaron un caro botín.

Todo esto apunta a que en la zona habría un "mercado negro" del oro con alguna conexión en Capital Federal u otra ciudad importante del país.

En casi todos los casos no actúan delincuentes improvisados, y parecen tener bien en claro que hacer una vez adentro de las joyerías, y en el menor tiempo posible.

Ante la preocupante seguidilla de hechos, los joyeros del Alto Valle pidieron que la policía investigue el posible tráfico de oro y joyas en la región, mientras se refuerzan al máximo las medidas de seguridad en los locales de este tipo.

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