Desbaratan una editora "trucha" de libros digitales

Desde una vivienda cipoleña se ofrecía por Internet 4.500 obras de escritores argentinos y extranjeros copiadas en CD. Se realizó un allanamiento y se secuestró

El tipo de estafa que se desbarató ayer, no tiene antecedentes en la zona si se considera que se hacía a gran escala.

CIPOLLETTI (AC).- La jueza María del Carmen García García desactivó un centro ilegal de venta de obras literarias en formato digital, que ofrecía por Internet y desde Cipolletti, 4.500 títulos de autores contemporáneos. La magistrada allanó una vivienda, secuestró gran cantidad de elementos informáticos, y en poco tiempo tomará indagatorias a los delincuentes.

El caso es todo un desafío para el más nuevo de los juzgados penales de la provincia porque se encuentran delante de un delito complejo, raramente visto en la región y que puede actuar, de llegar a condenas, como un disuasivo para aquellos que no respetan la propiedad intelectual de una obra de arte.

La ley que protege el derecho de los autores y de los editores data de 1933, pero ha sufrido hasta ahora 23 modificaciones de actualización. Esta norma considera como una defraudación de los derechos de la propiedad intelectual la edición ilegal de obras de arte.

Por lo tanto, los autores de este delito, que es una estafa, podrían ser penados con hasta seis años de prisión.

La ley considera como agravantes al delito de estafa, la edición, venta o reproducción "por cualquier medio o instrumento de una obra inédita o publicada sin autorización de su autor o derechohabientes", además de la falsificación de "obras intelectuales, entendiéndose como tal la edición de una obra ya editada, ostentando falsamente el nombre del editor autorizado al efecto".

En realidad, la causa la inició la Cámara Argentina del Libro en la Justicia federal de la ciudad de Buenos Aires.

Denunció que mediante correos electrónicos se estaba promocionando la venta de dos discos compactos con 4.500 obras literarias de autores argentinos y extranjeros, a un costo de 40 pesos.

Se investigó la identidad del delincuente primero a través del proveedor de Internet utilizado para enviar los mails y, más tarde, por el correo común, porque era el servicio que se utilizaba para entregar los discos. El cobro se realizaba, precisamente, contra reembolso, mediant el sistema postal.

Como el origen de los mensajes electrónicos y los envíos del correo era Cipolletti, la Justicia federal se declaró incompetente y giró todo al tribunal penal local.

La jueza García García allanó una vivienda de la ciudad, cuya ubicación no trascendió, y secuestró desde computadoras hasta papelería En los discos que se vendían había obras de autores contemporáneos, como Gabriel García Márquez o Jorge Luis Borges, por caso.

"La propiedad intelectual sobre sus obras corresponde a los autores durante su vida y a sus herederos o derechohabientes hasta setenta años contados a partir del 1 de enero del año siguiente al de la muerte del autor", establece la ley Hay imputados en la causa, de los que tampoco se sabe mucho.

Una vez que los peritos del juzgado terminen de investigar toda la información de los discos rígidos de las computadoras secuestradas y la jueza termine de hacerse una idea de la magnitud del delito, los imputados serán llamados a indagatoria y se analizarán eventuales procesamientos.