Lo condenaron por estafar a ex trabajadores de Hipasam

VIEDMA (AV).- Por el delito de "estafas reiteradas" fue condenado a tres años de prisión efectiva José Luis Medina. Fue hallado culpable de estafar a siete ex empleados de Hipasam en Sierra Grande que tardaron varios a-ños para cobrar una diferencia salarial por la cual iniciaron juicio a la empresa. El pago fue en bonos que nunca recibieron. En el camino del trámite y bajo engaños, Molina se apropió de ese dinero, que superó los 40.000 pesos.

Para el Tribunal integrado por Eduardo Giménez, Susana Milicich de Videla y María del Carmen Vivas de Vázquez se probó que entre julio y diciembre de 1999 en Sierra Grande, Medina, "abusando de la confianza de Pedro Dorregaray Torres, Esteban Mamani, Mariano Chambi, Rubén Guzmán, Felipe Quispe, Pedro Huencho y Omar Chaieb -ex empleados de Hipasam- les hizo suscribir la documentación necesaria que autorizaba a aquel a percibir los títulos Pro I y Pro II resultantes del pago al que había sido condenada esa empresa tras las respectivas demandas de los ex operarios".

Los damnificados coincidieron en señalar que ganaron el juicio contra la empresa y que el trámite para cobrar los bonos los realizó Medina, previa firma de autorización. Algunos nunca cobraron nada y los menos sólo una parte.

En el fallo los jueces subrayaron que no quedó duda que los hechos ocurrieron tal cual lo relataron los damnificados. Destacaron la condición humilde de los denunciantes y su escasa formación intelectual, así como "la nada accesible comprensión acerca del trámite a realizar para el cobro de las acreencias efectivizadas con bonos".

Sostuvieron que Medina fue la cara visible en Sierra Grande del abogado de Buenos Aires que fue designado como apoderado para la gestión ante la Caja de Valores y el depósito de los bonos en la cuenta de los beneficiarios. "Bien pudieron creer los damnificados que aquel aceleraría el cobro de sus acreencias con las notas que firmaron", señalaron los camaristas que también se probó que los giros de Segura Bursátil a los damnificados "fueron cobrados por el imputado".

En la sentencia se añadió que los damnificados no debían tomar ninguna precaución, "ya que en la forma en la que se desarrollaron los hechos, el asesoramiento de Medina acerca de lo que debían hacer para agilizar el cobro de sus acreencias devenía perfectamente lógico".

Medina integró el directorio de la obra social de Hipasam en 1989 y se hizo cargo de la presidencia en 1990. Cuando se liquidó la empresa, la obra social corrió la misma suerte y el imputado quedó a cargo de la liquidación, actividades que le permitieron conocer en detalle leyes y cancelación de pagos en bonos En su declaración admitió que en alguna oportunidad se dedicó a prestar dinero.