Miércoles 8 de octubre de 2003

Temen que haya un "mercado negro" del oro en la región

 

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"En ningún lugar del país se repiten los robos con tanta frecuencia", aseguran Eduardo Hernández y Martín Babaglio

NEUQUEN (AN)- Los joyeros del Alto Valle reiteraron su preocupación por la serie de robos que vienen sufriendo, "con una frecuencia que no se observa en otras partes del país", y expresaron su inquietud por la posible existencia de un "mercado negro" del oro en la región, donde se reciclaría la mercadería robada.

Eduardo Hernández y Martín Babaglio, integrantes de la Cámara de Joyerías, Relojerías y Afines de Río Negro y Neuquén, expresaron que "hay 30 joyerías en el Alto Valle, 16 integran nuestra organización, y el sector ha sufrido 11 asaltos en un año. Es una cifra desproporcionada".

Añadieron que "en ninguna otra parte del país se están dando robos con esta frecuencia. Somos víctimas de delincuentes profesionales, y no encontramos respuestas".

En agosto pasado tuvieron una reunión con jefes policiales de ambas provincias, a los que plantearon sus inquietudes "En Neuquén hubo una respuesta, se destinó personal a la seguridad, los patrulleros pasaban seguido. En los últimos días esa presencia mermó, vemos menos policías, estamos igual que antes".

Su preocupación creció por el violento asalto que sufrió el sábado pasado la joyería Kilates de Cipolletti. "Actuaron con tanta impunidad que hay asociados que ya están hablando de zonas liberadas", indicaron.

"Además de poner en peligro vidas humanas, estos robos nos causan perjuicios económicos porque alejan a los clientes", dijeron Hernández y Babaglio.

Respecto de la comercialización de oro y joyas robados, especularon que "una parte se recicla acá. No tenemos pruebas, pero nos llama la atención la proliferación de pequeños locales que se dedican a la compra de oro", ya que "indirectamente pueden incentivar el raterismo".

Lo mismo ocurre respecto de "la venta domiciliaria de oro. Sabemos que está a cargo en general de mujeres, profesionales, que se mueven con una valija en la que pueden llevar hasta 100.000 dólares en mercadería. Trabajan clandestinamente, y por qué no podemos pensar que también se proveen de mercadería ilegalmente".

Los miembros de la Cámara ya habían advertido, en agosto pasado, que "en el tráfico de oro y joyas hay ciertas similitudes con los desarmaderos de autos. Con la diferencia de que un delincuente puede llevar en el bolsillo varias veces el precio de un vehículo" En ese sentido, pidieron que la Policía investigue el posible tráfico ilegal de la valiosa mercadería.

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