Jueves 2 de octubre de 2003

Increíble raid de un estafador desde Viedma a Junín

Se robó una camioneta japonesa. Estuvo comiendo y bebiendo en restaurantes, cargó combustible, entregó cheques ajenos en Junín y desapareció.

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Una docena de comerciantes fueron estafados por el delincuente, que llevó a cabo un plan increíble y nadie sabe ni su verdadera identidad.

JUNIN DE LOS ANDES (ASM).- Un increíble raid pleno de cuentos del tío, ardides y robos protagonizó, desde el balneario El Cóndor de Viedma hasta esta ciudad, un sujeto que ayer era intensamente buscado por la policía y por media docena de comerciantes estafados en su buena fue y en sus billeteras.

Con el nombre, documento y chequera del propietario de una camioneta que robó en Neuquén, y haciéndose pasar por un supuesto acaudalado empresario dispuesto a invertir en Junín, colocó cheques, comió y bebió en restaurantes, se alojó en hoteles y cargó combustible sin pagar las cuentas, y hasta hurtó un televisor y un equipo de música. Todo en apenas seis días.

Según los datos suministrados por el comisario Marcos Martín, de la unidad 25 de Junín, la historia comienza el miércoles en el balneario de El Cóndor de Viedma, cuando un individuo se presentó ante una persona proponiéndole hacer un viaje a la ciudad de Neuquén, con pago en destino.

Bien vestido, de unos 50 años, 1,85 metros de estatura, robusto, calvo, de fluida conversación y buena presencia, el hombre logró convencer al dueño del vehículo y ambos pusieron rumbo a Neuquén.

El mismo día y ya en aquella ciudad, el conductor de la camioneta Toyota Hilux paró en la estación de servicios de Chaneton y Planas para ir al sanitario. Cuando retornó del excusado, se encontró con que la camioneta y su acompañante no estaban.

A partir de allí, el estafador comenzó a llamarse Roberto Ures, el nombre del propietario de la camioneta, cuyos documentos personales y chequeras estaban adentro del rodado y con rumbo desconocido.

El viernes a la mañana, el hasta allí ladrón de autos llega a Junín de los Andes, para comenzar la segunda etapa de su insólito periplo.

Se presentó en un hotel como el señor Ures, abogado y empresario con interés en instalar en Junín de los Andes una fábrica de cerámicos. Ya en la habitación solicitó que se le ponga un televisor y un equipo de música.

Luego, acudió a un restaurante céntrico y contó l misma historia, pero le agregó que estaba dispuesto a contratar 140 viandas para sus trabajadores en la futura planta. Con ese ardid se ganó la confianza de los propietarios del local y comió y bebió a diario.

En una estación de servicio de ruta 234, el "señor Ures" vuelve a repetir la historia, pero añadió que en virtud de la tarea a emprender en la construcción de su futura fábrica, estaba dispuesto a abrir una cuenta corriente para combustible de los varios vehículos a su disposición.

Con ese fin entregó un cheque por 10.000 pesos de la chequera del verdadero señor Ures. Así, logró cargar todos los días combustible para la camioneta, sin pagar.

Los días transcurrieron hasta que ayer, el "señor Ures" desapareció Todas las cuentas quedaron sin pagar, y en la habitación del hotel ya no estaban el televisor y el equipo de música. Por cierto, se desconoce la verdadera identidad del estafador.

La policía local envió radiogramas a todas las fuerzas de Neuquén, Chubut y Río Negro, con la descripción del sujeto y de la camioneta. Se trata de una Toyota Hilux gris claro, doble cabina, dominio CQJ 640, con una abolladura en la compuerta de la caja. Los cheques utilizados corresponden al Banco Río.

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