Inesperado cortocircuito entre Lavagna y Alberto Fernández

El ministro Lavagna se excusó de firmar un expediente que beneficiaba a la firma Monsanto, empresa que es asesorada por la consultora Eco Latina, de la que es fundador. Monsanto había amenazado con irse del país si no se aplicaba un fuerte arancel a productos importados que competían con su oferta.

BUENOS AIRES.- Un nuevo cortocircuito, esta vez entre el jefe de gabinete, Alberto Fernández y el ministro Roberto Lavagna, volvió a dar pábulo ayer a las versiones que señalan que éste no estaría dispuesto a seguir al frente del ministerio de Economía en 2004.

Según fuentes oficiales fidedignas, Fernández -mano derecha de Kirchner y uno de los más fervientes defensores de la actual gestión económica-, se molestó porque a último momento Lavagna "se excusó" de resolver en un voluminoso expediente, en el cual la Fundación Ecolatina, por él fundada, aconsejaba, en contra de la opinión de las entidades agropecuarias, subir hasta un 45% el arancel para importar el principio activo con el que se produce las marcas comerciales del agroquímico glifosato.

Las organizaciones del campo habían llevado su protesta ante Fernández: denunciaron que la principal firma fabricante de glisfosato en la Argentina es Monsanto SA, y casualmente es cliente de Ecolatina. Trascendió, por otras fuentes, que habrían existido casos de este tipo sobre empresas o sectores ligados a ciertas actividades económicas que contrataron los servicios de Ecolatina para dirimir temas puntuales con el gobierno.

Monsanto hace unas semanas amenazó con irse del país y las entidades del agro denunciaron que, con esta amenaza, estaba presionando para arancelar la importación de dicho producto desde China.

Lavagna se desligó de la cuestión para evitar suspicacias. Y le pasó el expediente, que incluye 27 cuerpos, a Fernández, explicando que recién luego de su desvinculación de Ecolatina, la consultora empezó a asesorar a la multinacional Monsanto.

"Esto es una cretinada", replicó el jefe de Gabinete y devolvió las actuaciones a la secretaría de Industria que depende de Lavagna, quien en el último mes tuvo otros contratiempos en el gobierno, el último relacionado con el proyecto para poner a resguardo a los deudores hipotecarios.

Ya el ex presidente Duhalde había alertado a Lavagna sobre el estilo K. "Antes hacías y deshacías porque yo te dejaba hacer, pero Kirchner tiene un manejo personal de la economía", le dijo. En la Rosada aseguran que el presidente Kirchner no alienta la renuncia de Lavagna pues la imagen del ministro es muy alta, por lo que una salida compulsiva podría terminar perjudicando al gobierno. No obstante, si el economista decidiese irse, no dudaría en nombrar un reemplazante o quitarle relevancia a la cartera, dejándola con el rango de secretaría de Hacienda.

(ABA/Redacción Central)