Viernes 17 de octubre de 2003 | ||||
Las curas en las chacras obligan a protegerse Productores y obreros deben tomar recaudos. Es fundamental operar con buena capacitación.
ALLEN (AA).- Con el nacimiento de las primeras larvas de carpocapsa, que tantos perjuicios económicos acarrea cada año para la producción local de manzanas y peras, por estos días las chacras de toda la región se ven inundadas de maquinarias que no dan abasto para concretar la primera aplicación de agroquímicos. Con esto, se busca tratar de mantener a raya la presión de la plaga en la nueva temporada. El trajinar de obreros y pulverizadoras en el monte frutal es constante y tal vez por eso, a menudo son muchos los que suelen dejar a un lado las medidas de seguridad que deben adoptarse a fin de evitar riesgos para la salud humana. Por esta razón conviene desempolvar las viejas disposiciones que regulan el uso de los plaguicidas en la zona, y también advertir sobre las reglamentaciones más nuevas que integran la guía de Buenas Prácticas Agrícolas y de Manufactura. Desde la Estación Experimental del INTA, se indicó que el metil azinfos, que es el principio activo más utilizado para el combate de la carpocapsa, posee altos niveles de toxicidad y puede acarrear severos inconvenientes en la salud de quienes manejen el producto sin tomar los recaudos básicos. En este sentido, se recordó que es de vital importancia que los obreros y productores que realicen las aplicaciones utilicen el equipo de protección, no entren en contacto directo con el producto y efectúen una correcta higiene personal luego de curar las plantaciones.(Ver aparte) No obstante, se hizo hincapié en que para lograr una mayor efectividad en el desarrollo de un proceso seguro, uno de los ejes gira en torno de la información y la capacitación sobre esta tarea. "Hoy existen leyes que hablan de la protección que necesita la persona que va a hacer las aplicaciones y también sobre el resguardo del medio ambiente. Pero en todo esto, lo principal es la capacitación y la información, siempre decimos que es muy importante que el personal que maneje agroquímicos haya recibido una capacitación adecuada, y de hecho esto es obligatorio", explicó el técnico de la Estación Experimental Alto Valle, Leandro Fernández. En la región, sólo basta recorrer algunas chacras y establecimientos frutícolas para observar que tales disposiciones suelen cumplirse a medias en algunos casos, y también comprobar que aún hoy existe cierto desconocimiento sobre los efectos que puede originar un mal uso de los productos fitosanitarios. "Es muy importante contar con información del producto, ya sean las hojas de seguridad que trae o las indicaciones, para que los mismos operarios conozcan qué es lo que están manipulando y tomen los recaudos", señaló el ingeniero. Pero "en general, hay una resistencia de los operarios a utilizar los equipos -añadió Fernández- por el excesivo calor que provoca, es una indumentaria muy incómoda para esta época, pero no hay otra cosa y es importante que ellos conozcan el riesgo de no utilizarla". Los daños que se pueden producir a lo largo de años de realizar las curas sin la correcta protección "son acumulativos", se apuntó. "Acá se está usando muchos productos órgano-fosforados por la carpocapsa, que producen daños en el sistema nervioso central, y todo esto se va acumulando. Hay formas de comprobar con un simple análisis el grado de intoxicación, se puede decir, que tenga el operario", expresó el técnico.
Medidas Estas son algunas de las medidas de protección obligatorias vigentes: • La persona que realice la aplicación debe usar un equipo de protección: cobertura impermeable, capucha, máscara con filtros (no el barbijo común), antiparras, botas y guantes de goma. • Las maquinarias pulverizadoras deben haber sido calibradas, para verificar su correcto funcionamiento. • Se debe manejar el producto con sumo cuidado. Al realizar la preparación el operario debe estar protegido con capa y máscara, y al cargar la máquina pulverizadora con agua, no se debe vertir el caldo (producto preparado) sobre canales públicos de regadío. Es recomendable tener una bomba aparte para realizar la carga. • Se deben preparar las dosis indicadas: es obligatorio tener buenos elementos de medición, probetas y balanzas calibradas, porque sobredosificar es malo y es tóxico y subdosificar también porque no controla la plaga y produce acostumbramiento al plaguicida. • El depósito donde se almacenen los productos fitosanitarios debe estar en un lugar alejado, bien ventilado y protegido de temperaturas extremas. Además, debe estar prevista una estructura para contener posibles derrames. • Cuando haya excedentes de mezcla o residuos de los lavados de los tanques, se debe aplicar en áreas de cultivos. • Los envases vacíos de agroquímicos deben ser tratados. En la región se utiliza el sistema de triple lavado, tras lo cual estos envases son llevados al centro de acopio del INTA para su compactación y posterior incinerado.
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