El Manso estrenó la pasarela que la une al turismo

Tiene 80 metros de largo y construirla costó 85.000 pesos. Habilitaron el primer teléfono público satelital.

La pasarela es mucho más que un simple cruce del río. Es la comunicación asegurada y la invitación al turismo.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Los pobladores de El Manso y los turistas que cada vez en mayor número recorren ese paradisíaco valle cuentan desde ayer con una nueva pasarela para cruzar el río y con el primer teléfono público satelital disponible en el paraje.

Ambas instalaciones fueron inauguradas por el gobernador Pablo Verani y agradecidos con efusión por el comisionado de fomento de El Manso, Jesús Carro.

Las autoridades provinciales comunicaron también la cesión a Gendarmería Nacional de dos parcelas ubicadas sobre el límite con Chile para la construcción de un puesto de control fronterizo.

La pasarela tiene una extensión de casi 80 metros y cruza las caudalosas aguas del Manso unos 10 kilómetros antes del límite binacional. Su construcción tuvo un costo de 85 mil pesos y fue ejecutada por el DPA. El puente consta de un entablonado de un metro de ancho sostenido con cables de acero desde los anclajes de hormigón asentados en ambas orillas.

El actual titular del DPA y vicegobernador electo, Mario De Rege, destacó que la pasarela no sólo servirá a los pobladores del lugar, el personal de Parques Nacionales y los gendarmes (que hoy tienen su puesto en la costa norte, donde no hay camino vehicular), sino también a los turistas que visitan la zona.

"El río Manso es un orgullo de los rionegrinos y una oportunidad para generar puestos de trabajo aprovechando el rafting, la pesca", dijo De Rege, quien luego destacó que el desarrollo del turismo debe realizarse "con respeto pleno por el medio ambiente". En el mismo lugar había con anterioridad otra pasarela en muy mal estado y durante años los pobladores reclamaron su reparación. Más aún desde que el poblado vecino de El León, en el lado chileno, estrenó hace poco otro puente de grandes dimensiones, que permite incluso el paso de vehículos.

El comisionado Carro agradeció a todos el beneficio de la nueva obra y no tuvo reparos en subrayar que "los años del radicalismo han traído el progreso a El Manso". Alabó luego a Verani y a Bautista Mendióroz, porque "tuvieron muchas dificultades y supieron apechugarlas". Los gobernantes lo escucharon complacidos, sabiendo que en El Manso juegan de locales como en muy pocos lugares de la geografía rionegrina.

De hecho, el estrecho valle cordillerano en el que viven casi 200 familias es desde hace años un reducto privilegiado por el radicalismo. Allí la provincia extendió la ruta hasta al límite internacional (a pesar de que en el lado chileno sólo hay una senda para caballos), amplió la electrificación rural y facilitó las mensuras, entre otros beneficios.

Ayer quedó habilitado junto al puesto sanitario el primer teléfono público del poblado, que funciona con conexión satelital y fue adquirido a la empresa Global Star.

Para usarlo es necesario una tarjeta que cuesta 10 dólares y permite hablar 20 minutos a cualquier destino del país. Los técnicos que presentaron el aparat dieron a entender que el servicio está concebido para los turistas antes que para los vecinos.

Otro tema que preocupa a los pobladores es la propiedad de las tierras, que son de dominio fiscal. Muchos de ellos son ocupantes de más de 50 años y están ansiosos por escriturar a su nombre, pero la provincia tiene paralizados desde hace siete años los procesos de titularización.

Ayer Verani reconoció que el tema "es un despelote", porque no hay posturas unificadas: "algunos quieren los títulos ya y otros que haya antes una infraestructura y una planificación".

Vecinos aprovecharon para reclamar

Como ocurre en las comunidades rurales ante cada visita del gobierno provincial, abundaron ayer los reclamos y petitorios orientados a lograr obras postergadas por años.

Ayer la vecinal de El Manso pidió el mantenimiento permanente de la ruta que recorre el valle, a la que le hacen falta varias alcantarillas. Señalaron que si el propósito es atraer turistas, el estado del camino no hace más que ahuyentarlos.

También la Junta Vecinal del paraje El Foyel se quejó de que hace años no pueden inaugurar una obra como la que ayer atrajo tantas autoridades a El Manso, aludiendo así al trato preferencial que recibe este último paraje.

Ambos poblados pertenecen a la misma comisión de fomento, pero están separados por unos 35 kilómetros. Los vecinos de El Foyel señalaron que con el mismo dinero que se gastó en construir la pasarela sobraba para solucionar varios de los problemas que ellos padecen desde hace largo tiempo.

Enumeraron entre otros la electrificación rural, presupuestada en 16.754 pesos; la nueva toma de agua, que beneficiaría a 30 familias y podría ejecutarse con otros 16.000 pesos y la sala de primeros auxilios, que ya está a medio construir y se puede terminar con 25.000 pesos. (AB)