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Nacional aprovechó la tibieza de un Boca muy chico

Los juveniles, y no tanto, no pudieron con un equipo sólido que golpeó justo.

Caneo tuvo un par de chances pero, como al resto de sus compañeros, le faltó puntería.

La versión menor de Boca no pudo revalidar la grandeza del campeón de América, y cayó con justicia ante Nacional. El desafío, para los chicos, era mayúsculo: un encuentro con toda la pompa y la impronta de partido internacional. Aún sin ser brillante, el Atlético Nacional de Medellín es un equipo de estatura continental, que con seguridad se hará más fuerte en su reducto colombiano Ante ese reto se encontró el Boca "muleto" que presentó ayer Carlos Bianchi. No era fácil para los habituales suplente. Y así se lo hizo sentir el rival, un rival áspero y prolijo, que en ningún momento dio la impresión de sobrar el partido ni mucho menos En el primer tiempo Boca tuvo la pelota, pero le costó demasiado generar situaciones de claro peligro. Cángele se juntaba con Caneo o con Vargas, pero la ausencia de un goleador, de un delantero de área lo condicionaba y mucho. Sus ataques, por lo general, nacían bien concebidos, pero se ahogaban invariablemente en las puertas del área, donde los atentos centrales colombianos se encargaban de disuadirlas Tras un cabezazo del Perea de Nacional que pasó cerca, otro cabezazo, esta vez de Crosa, a los 33 minutos. Un minuto después, a otro de Vargas le ocurrió lo mismo Sobre el final del primer tiempo, sin embargo, Grisales estuvo cerca de abrir el marcador para los visitantes. Recibió una pelota entrando en el área, hizo la pausa, dibujó una gambeta y sacó un remate que se fue un poco por arriba del ángulo derecho de Caballero.

No cambió demasiado el asunto en el segundo tiempo. Las intenciones de Cángele, Caneo o Fabbro se diluían lejos del arco. Boca ni siquiera podía inquietar con tiros de larga distancia Hasta que llegó el golpe de la visita. Fue un ataque aislado, un pelotazo cruzado y un disparo de derecha, pisando el área, de Edison Perea, el delantero del Sub 20 colombiano, que ingresó a la izquierda de Caballero.

Bianchi apeló a los cambios, pero Atlético, en ventaja, comenzó a hacer correr la pelota, a tocar y desmarcarse con ese típico, aunque a veces inconsistente, modo de jugar colombiano Fue el roquense Caneo quien más cerca estuvo de llegar al gol, pero su "palomita" pasó muy cerca del palo izquierdo del arquero Velázquez Pero la más clara la tuvieron, a dúo, Cángele y Clemente Rodríguez, quienes, en el área chica, no pudieron rematar al arco, en medio de un embrollo de piernas Sin sus titulares, extrañando enormemente la grandeza de Tévez -a punto de ser convocado para la selección mayor-, Boca se fue apagando sin mayores pretensiones. La tibieza general fue la medida del equipo. Un equipo que fue apenas el eco del puntero del Apertura, que apenas pudo generar un puñado de situaciones, demasiado poco para alguien que aspire a llevarse un torneo internacional. El Boca verdadero, se sabe, está atendiendo otro juego. (AR)

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