Schumacher y la historia se miran a los ojos

El alemán señaló que no puede compararse ni de lejos con Fangio.

No hay unanimidad, pero la mayoría lo tiene claro. Michael Schumacher es el mejor piloto de la historia después de lograr su sexto título mundial y superar el récord del legendario argentino Juan Manuel Fangio. Salvando las distancias que marcan las muy diferentes épocas en la Fórmula 1, el alemán mira desde arriba al resto Schumacher adoptó un discurso humilde luego de la hazaña. "No puedo compararme ni de lejos con Fangio", aseguró Mientras la prensa mundial fue la que más proclamó al piloto de Ferrari como el mejor de todos los tiempos, en el mundo de la Fórmula 1 aseguraron que es imposible la comparación El único que se atreve a comentar que Fangio está aún por encima de Schumacher, es el propio alemán.

"Fangio fue más grande de lo que yo me veo. Tengo el mayor respeto por lo que hizo. No soy el mejor", aseguró el alemán.

"No se puede realizar una comparación entre pilotos de diferentes generaciones. Es imposible compararlo a Michael con Fangio o Senna o cualquier otro. Creo que Schumacher entrará en la historia con muchos logros", resumió el brasileño Rubens Barrichello.

Y lo comparte el francés Alain Prost, cuatro veces campeón del mundo, quien afirmó que "Schumacher es el más talentoso de su generación".

"No puede compararse a Fangio con Schumacher. Nosotros manejábamos otros autos, los circuitos eran distintos y hoy todo es más tecnológico", sentenció el argentino José Froilán González.

El debate está abierto y seguirá por años. No se puede comparar a Schumacher con Fangio, son épocas distintas. Pero cuando va a los números, el alemán ganó setenta pruebas y seis títulos mundiales. Si esto no es lo más grande en la Fórmula 1, seguro que está muy cerca.

Una fiesta con mucho alcohol y un televisor por la ventana

Michael Schumacher escribió una página oscura de su trayectoria personal sólo unas horas después de escribir otra de oro en la historia de la Fórmula 1 al conquistar su sexto título mundial En la celebración, Schumacher bebió en cantidad y al final arrasó junto con su hermano Ralf y el francés Olivier Panis una de las instalaciones del equipo Toyota en el circuito de Suzuka "Parecía que se habían vuelto salvajes. Era como una zona de guerra", comentó un testigo al diario británico "The Sun".

Las fotos mostraron a un Schumacher con ojos vidriosos, fumando un enorme puro y vistiendo una camisa de Toyota abierta. El alemán lanzó una heladera al suelo, y su hermano tiró un televisor por una ventana Luego los hermanos se subieron a un auto elevador y lo "pilotearon" por el "paddock" Después, tomaron el BMW de alquiler que Ralf. Michael desplazó a su hermano del volante y amagó con irse, aunque no se movió del sitio.

Cuando terminó la fiesta en el lugar parecía que hubieran pasado los hooligans. Botellas de cerveza por el suelo, muebles volcados, ventanas rotas y trozos de cristales por todas partes Suzuka se convirtió en una tradición de cada cierre de certamen de la Fórmula 1. A la lógica explosión de alegría por el fin del trabajo de todo un año se une que el trazado nipón incluye en su interior un parque de atracciones y un karaoke en el que ya es habitual que se reúnan los equipos después de la prueba El sextuple campeón y su equipo Ferrari celebraron efectivamente en el karaoke bebiendo, cantando y bailando hasta la madrugada, cuando los hermanos Schumacher decidieron trasladar el divertimento al paddock y a la sede de Toyota.

Es muy difícil realizar una comparación entre el legendario Juan M. Fangio, quien mantuvo una marca vigente casi cincuenta años, y Michael Schumacher, el que más títulos conquistó.