Lunes 13 de octubre de 2003

Un rato de Tévez, recreo para todos

Entró en el segundo tiempo y casi marca. Buscó con la pasión de siempre y fue ovacionado.

 

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Boca se puso en ventaja sin él en el campo, pero su ausencia se volvió a sentir mucho. Bianchi reconoció que es un jugador distinto.

Y una tarde volvió Carlos Tévez, el jugador más querido por toda la hinchada de Boca En los siete partidos del Apertura, hubo un Boca con Tévez y otro sin él. Con el 'Apache' había ganado cinco partidos y sin él empatado dos. Sin estar en la alineación titular, cuando la voz del estadio dio las formaciones ayer antes de comenzar el partido con Rafaela, fue -por lejos- el más aplaudido de todos los jugadores Minutos antes de empezar el partido, el presidente de Boca, Mauricio Macri, había dicho: "Estoy convencido de que Carlitos (Tévez) es la mejor aparición desde Maradona en adelante". Como venía de una lesión, Bianchi lo quiso llevar de a poco y, por eso, decidió dejarlo en el banco de suplentes. Sentado, miró todo el primer tiempo desde afuera, sufriendo y comiéndose las uñas de los nervios.

Ya en el partido, Boca se repetía en ataque, creaba situaciones de gol pero no las podía concretar. Con el empate inmóvil y sin poder quebrar el cero, toda la Bombonera pidió a gritos que entrara la estrella. A esa altura, ya era el salvador. Entones, ni bien comenzó el segundo tiempo Bianchi lo mandó a calentar. Pero justo llegó el gol de Donnet y el técnico hizo esperar unos minutos más a los hinchas.

Finalmente, a los 21 del complemento, el delantero feroz reemplazó a Iarley para acompañar a Cángele en el ataque. La Bombonera explotó y los hinchas vivieron una alegría completa. Boca ganaba 2 a 0 y la estrella jugaba aunque sea unos minutos.

Tévez entró muy enchufado y fue puro vértigo. Todos sus compañeros lo buscaron continuamente y él no dejó de mostrarse y pedirla. Obsesionado por hacer en 20 minutos lo que no había hecho en todo el partido desde el banco de suplentes, el 'Apache' se excedió con la gambeta en un par de jugadas. Sin embargo, demostró

que es un jugador de otro nivel. En la primer pelota que agarró, corrió desde la mitad de la cancha, llegó al área, enganchó, el defensor siguió de largo y, mano a mano con Comizzo, su disparo se fue apenas afuera. Por el medio entraba solo Villarreal pero a nadie se le ocurrió decirle nada a Tévez. La gente le aplaudió todo. Sólo quería un gol de ídolo. Que dos minutos más tarde, tras una volea de Abondanzieri, bajó la pelota en la mitad de la cancha, encaró desde la izquierda hacia el centro y dejó solo a Clemente Rodríguez, quien definió desviado. En los minutos que jugó, Tévez fue una aplanadora para los defensores. Sin embargo se quedó con las ganas de hacer el gol que tanto buscó Los hinchas, felices de tenerlo otra vez en casa. (ABA)

'Yo soy de River, fiera, ¿cuál es el problema?'

 

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Boca se puso en ventaja sin él en el campo, pero su ausencia se volvió a sentir mucho. Bianchi reconoció que es un jugador distinto.

Angel Comizzo vivió una tarde intensa. El ex arquero de River fue hostigado continuamente, con silbidos e insultos, por parte de la gente de Boca. Desde que se dieron las formaciones hasta que entró al campo de juego. Cuando todo el equipo de Rafaela entró a la cancha, lo hizo llevando la bandera de Boca. Pero el arquero fue el único que no la tomó. Gestos y señales de un personaje particular Al término del partido, saludó a la popular local. Luego, ya en el vestuario, dijo: "Perdimos bien. Después de un buen primer tiempo donde habíamos controlado a nuestro rival, con el gol cambió totalmente el partido porque perdimos el orden. ¿La bandera? Es anecdótico que no la haya agarrado cuando entramos a la cancha", relativizó el arquero.

"En el segundo gol de Boca sentí el golpe, el choque de Cagna. Ahora nos espera Chacarita y debemos ganar sí o sí. Boca es un muy buen equipo, por algo es que va a jugar la final del mundo", reconoció En cuanto a su duelo con el público local, el ex arquero millonario fue sincero: "Los silbidos son por mi paso por River y significa que algo dejé. Yo soy de River fiera, ¿cuál es el problema? Todos saben lo que siente por esa camiseta". (ABA)

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