Lunes 6 de octubre de 2003

El sabor por el riesgo

La mas dura de todas

Alejandro Ríos sorprendió en la prueba de Villa La Angostura. La primera edición del "Adventure Maraton" fue un éxito.

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La trepada al cerro Bayo fue tan desgastante como decisiva.

VILLA LA ANGOSTURA (Especial).- Y se produjo el batacazo. Con un andar contundente y parejo, Alejandro Ríos destrozó todos los pronósticos y se alzó con la primera edición del "K-42 Adventure Maraton", que ayer se desarrolló en medio de un contexto festivo en Villa La Angostura.

El atleta de Cinco Saltos tuvo que echar mano a todo su potencial físico y anímico para vencer no sólo al durísimo trayecto de 42 kilómetros por la montaña, sino también a dos especialistas en este tipo de competencias de aventura, los militares y representantes de Covunco, Nelson Ortega y Germán Retamal, que llegaban como favoritos.

Por el lado de las mujeres, Susana Martínez fue la más veloz de todas. La neuquina edificó una paciente victoria, ya que durante más de tres cuartos del recorrido le siguió los pasos a Evelín Alvarez. Pero dio el zarpazo faltando poco más de 10 kilómetros ante el cansancio de su principal adversaria y se llevó todos los aplausos.

Mientras tanto, en la prueba de 12 kilómetros, de trekking familiar, la nota la dio Félix Avalos, un triatlonista de Chos Malal que hizo una marca inesperada hasta por los organizadores.

La competencia fue una verdadera prueba de fuego para los especialistas en cross country. Es que muchos de ellos nunca le habían hecho frente a 42 kilómetros de montaña inmersos en un terreno que mostró un enorme grado de dificultad. Muchos troncos que debieron saltar, suelos enraizados, exigentes trepadas con barro, sectores con varios centímetros de nieve fue parte del paquete de obstáculos que les complicaron las cosas.

Fue una verdadera fiesta. Una fiesta que vivieron cientos de lugareños y visitantes inmersos en un escenario de ensueño: el "Jardín de la Patagonia".

Fueron 700 corredores federados y aficionados que se sumergieron en una colorida aventura. La prueba se lanzó en la costa del lago Espejo, a 700 metros sobre el nivel del mar, y con nubes que amenazaban con tormenta. De entrada nomás se metieron en un bosquecito de Coihues; desde allí, al camino viejo, el puente peatonal y la costa del río Correntoso.

Los primeros del pelotón comenzaron a despegarse del resto. Ortega, Retamal,

Ríos, Miguel Angel Luna y el marplatense Manuel Méndez marcaban el pulso de la competencia. Tras la frescura de la cascada Inacayal los atletas comenzaron a palpitar el temible ascenso al Cerro Bayo. A esta altura, el sol le daba un color único a la villa, y la temperatura subía.

Las escaladas fueron realmente un martirio. Ortega y Ríos habían tomado ventaja, pero siendo un especialista en trepadas, Retamal los alcanzó en la escalada hacia el Bayo, donde llegaron hasta los 1.500 metros sobre el nivel del mar. Allí fue que la nieve pudo con las piernas de Ortega. Dos terribles calambres le cortaron las esperanzas de quedarse con el premio mayor.

Cabeza a cabeza, Ríos y Retamal comenzaron a disputarse la carrera. Pero todo terminó para el de Covunco cuando llegaron al llano, a unos 10 kilómetros de la meta. Con las pocas fuerzas que le quedaban el cincosaltense cruzó la línea en un tiempo de 3 horas, 35 minutos, 44 segundos. Lo recibió en el Paseo de los Pioneros una ovación.

El físico del ganador fue el testigo más claro de las exigencias que evidenció la prueba. Una vez en la carpa de rehabilitación, Ríos sufrió una descompensación y debió ser trasladado hasta un centro asistencial local, donde horas después se recuperó.

El público vibró hasta el final. Siguió la carrera de principio a fin, disfrutó de uno de los lugares paradisíacos de la cordillera argentina y coronó con aplausos el tremendo esfuerzo realizado por los audaces atletas.

La más dura de todas

VILLA LA ANGOSTURA (Especial).- Los dos llegaban como favoritos, pero se quedaron con el segundo y tercer puesto. Nelson Ortega y Germán Retamal, dos especialistas en competencias de cross country dijeron casi en coro que esta carrera "fue la más dura que disputamos, sin lugar a dudas", aunque aseguraron que el trazado del circuito "fue excelente".

Los dos hombres de Covunco manifestaron que sus piernas sintieron como nunca el rigor de las tremendas escaladas. "La carrera fue durísima. Sufrí dos calambres que me dejaron fuera de competencia, pero de todas formas estoy contento", aseguró Ortega.

 

• La "sufrió" desde adentro: Llegó más de una hora y media después que el primero, pero el objetivo estaba cumplido. El periodista español Miguel Caselles se dio el gusto de vivir el K-42 desde adentro, corriendo y disfrutando de la belleza del lugar.

Llegó para cubrir la prueba para la revista hispana "Carricolari", algo que hizo en otras partes del mundo. "Es un recorrido espectacular, lleno de color, con vistas únicas. El cerro Bayo fue un paraíso para mis ojos y un infierno para mis piernas, pero estoy contento", dijo el madrileño con apenas un hilo de voz.

 

• Estudio importante: Los profesionales del Cearart, el complejo de alto rendimiento de Caviahue, no quisieron perderse por nada del mundo la prueba. Es que se encuentran realizando un estudio de lactato en un grupo de diez corredores para determinar "la respuesta fisiológica del índice de fatiga en los competidores de máximo rendimiento", explicó Cristina Quiroga, quien timonea la iniciativa.

Ya hay algunas conclusiones. Y una de las más importantes es que los que siguen al pie de la letra las especificaciones extraídas de los estudios "son quienes encabezan y ganan siempre este tipo de pruebas. Ortega y Retamal son dos de ellos", explicó la profesional.

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