Sábado 4 de octubre de 2003

Violencia

La increíble huida del líder de 'la doce'

Rafael Di Zeo se escapó de la policía por la ventana, colgándose de una soga improvisada con sábanas. Los investigadores habían llegado hasta su edificio tras seguir a su novia, también policía. La 'hollywoodense' historia de uno de los cabecillas de la barra brava de Boca.

Rafael Di Zeo, líder de la barra brava, no sólo tenía y tiene conexiones con los dirigentes y los jugadores de Boca. También mantiene vínculos más que estrechos con la policía, al punto que su mujer es suboficial de la Policía Federal. A ella bajó a abrirle Di Zeo la puerta de su edificio pero, cuando llegó al hall, se dio cuenta de que dos policías la habían seguido y venían por él.

El barra subió por el ascensor, cerró la puerta blindada de su departamento y emprendió una rocambolesca huida: por la ventana y, como un mono, reptó por la pared sosteniéndose de una soga armada con sábanas. Lo hizo hasta llegar al patio trasero de un edificio contiguo al suyo, ubicado en el barrio de Flores de la Capital "Mientras escapaba, las armas que llevaba encima se le iban cayendo de la ropa. Después la Policía lo perdió de vista", narró un testigo a la agencia DyN.

La Policía notificó ayer que la mujer, que quedó detenida durante el esquivo procedimiento, resultó ser una cabo de la división Personal e Instrucción del Departamento Central de Policía. A la tarde, la detenida fue indagada por el juez Bergés.

En el departamento que ocupaban ambos fueron secuestrados 50 mil pesos, 10 mil dólares, billetes falsos, armas de guerra, un revólver 38, una Magnum y las llaves de dos automóviles, luego incautados en el playón en el que estaban estacionados.

Sobre Di Zeo pende una orden de captura librada por el juez Mariano Bergés, que investiga los hechos de violencia en la Bombonera, el 31 de agosto. El prófugo ocupó la vanguardia de la barra de Boca luego de la caída en desgracia de José Barrita, "el abuelo", en marzo de 1997 Él fue uno de los que participó del furioso castigo que varios de los cabecillas le propinaron a un grupo de hinchas de Chacarita que presenciaban un partido amistoso en la Boca en marzo de 1999. A raíz de ese hecho, Di Zeo y su hermano Fernando tuvieron, por orden del juez Sergio Torres, prohibición de concurrir a los estadios.

Sin embargo, pese a esa prohibición, 'Rafa' Di Zeo y su hermano siguieron yendo a las canchas y, en enero del 2000, estuvieron vinculados a otro hecho de violencia ocurrido en las cercanías del estadio de Mar del Plata. En esa oportunidad, dos horas antes de un Boca-River, dos grupos de 'la Doce' se enfrentaron a balazos y allí resultó muerto otro de los 'capos', Miguel Angel Cedrón, de 48 años.

En el mismo incidente terminó herido, con un balazo en la cabeza, Fernando Di Zeo, quien, con orden de captura, fue defendido por el abogado Miguel Angel Pierri. Di Zeo, herido y todo, se escapó del hospital marplatense donde había sido internado. Lo curioso no fue que huyó por temor a ser detenido, sino porque había sido hospitalizado junto a uno de los que lo habían atacado.

En rigor, aquel día el grupo que lideraban los Di Zeo sufrió una brutal emboscada de parte de otra fracción de la hinchada, que, más joven y más violenta, pugnaba por un lugar mayor en la participación de los "beneficios" de la Doce. Esto es: más entradas para revender, más dinero del que recaudaban de los jugadores, etc. En aquel entonces, se pensó que la batalla de Mar del Plata" sería el preludio de un largo y cruento enfrentamiento entre el sector dominante y el nuevo. Pero, al parecer propiciado por los dirigentes, los grupos convinieron un delicado equilibrio y un reparto

Bergés liberó a la novia-policía del barra

Viviana Parrado, la novia policía del líder de "la doce", Rafael Di Zeo, fue indagada por encubrimiento, pero luego el juez Mariano Bergés dictó su excarcelación. Fuentes judiciales revelaron a Télam que la mujer, de 30 años y suboficial de la Policía Federal, fue dejada en libertad debido a que el encubrimiento agravado es un delito no carcelable.

En tanto, fuentes policiales ignoran el paradero actual de Rafael Di Zeo sindicado como uno de los responsables de la pelea que sostuvieron hinchas xeneizes con otros de Chacarita el pasado 31 de agosto.

Sin embargo, según pudo averiguar Télam, el hincha boquense habría sido visto en los alrededores de Mar del Plata. Y precisamente, con relación a la mencionada pelea que hubo hace algunas semanas en la Bombonera, el juez Bergés también rechazó la excarcelación de los hinchas de Chacarita Luis 'El Mono' Gómez y Héctor 'Satanás' Mannino, quienes, de tal manera, continuarán detenidos Una comunicación de Pardo, la novia de Di Zeo, con este fue lo que condujo a la Policía hasta el líder de la barra de Boca.

En otro orden, el abogado Miguel Angel Pierri, otrora defensor de Di Zeo, dijo ayer a través de un comunicado, que el ahora prófugo barra "escapó, ayudado por sus amigos de la política" "Di Zeo está prófugo porque los violentos del fútbol no operan solos, tienen cómplices que los apañan tanto en los clubes como entre los políticos", sostuvo el abogado.

"Me causó profunda impresión el informe periodístico que supuestamente señala sobre un gran allanamiento de armas, munición de guerra y una llamativa suma de dinero. Sin la ayuda de otros con más poder, no podría haberse fugado de la policía y menos aún permanecer prófugo de la justicia", aseveró Pierri. El abogado anunció que durante su trayectoria "defendí a decenas de personas involucradas en episodios de violencia en el fútbol, obtuve la libertad de ellos y muchos de los denominados barras bravas también llevaban saco y corbata".

Capriotti sigue tras las rejas

Armando Capriotti seguirá enjaulado. El vicepresidente de Chacarita deberá seguir penando por su presunta responsabilidad en los incidentes del 31 de agosto en la Bombonera. Así lo decidió el juez Mariano Bergés, quien se negó a otorgarle la excarcelación Bergés también rehusó liberar a los barrabravas de Chacarita Luis Gómez y Héctor Mannino, que habían reclamado la excarcelación, según fuentes con acceso a la investigación.

En una audiencia que duró casi tres horas, Capriotti declaró en calidad de acusado y reprochó su suerte al juez al enunciar que su arresto "es una canallada" y el expediente por la violencia en Boca "un dibujo" El dirigente funebrero rehusó responder el cuestionario elaborado por Bergés y el fiscal Marcelo Ruilópez y se limitó a formular un descargo a través de las preguntas que había preparado el abogado Julio Golodny, que ejerce la defensa de Capriotti junto a Jorge Anzorreguy, hermano del ex jefe de la SIDE. "No aportó un solo dato útil", resumió una fuente judicial.

Tras la indagatoria, Capriotti aguardó en la alcalidía del Palacio de Justicia a que el juez resolviera el pedido de excarcelación, que fue rechazado en virtud de los delitos imputados: asociación ilícita, lesiones y daños, entre otros Fuentes judiciales dijeron que Capriotti permanecerá detenido al menos hasta que Bergés defina si dicta o no su procesamiento. Capriotti declaró ayer porque el juez aplazó la indagatoria debido a los problemas de salud del detenido, que es diabético.

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