ENTREVISTA a Liliana Herrero

Abriendo universos maravillosos

Liliana Herrero, una buscadora de canciones, llega al Teatro de la Ciudad de Neuquén. Esta noche la cantante rosarina presentará los temas de su último disco "Confesión del viento".

Liliana Herrero está presentando su último compacto "Confesión del viento". Son "Pequeñas canciones traídas por vientos argentinos, que en sus confesiones desperdigan letras y palabras mientras trenzan en algún lugar recóndito y desconocido para nosotros, un rumor geográfico y cultural enigmático pero inevitable", según la descripción de la misma Liliana.

Con temas de Juan Falú, Jorge Fandermole, Violeta Parra, Leguizamón y Castilla, Polo Giménez, Eduardo Mateo, Atahualpa Yupanqui, Falú y Dávalos, Chabuca Granda y la dupla Paco Ibáñez - Agustín Goytisolo, visitará Neuquén hoy, donde dará un recital en el Teatro de la Ciudad, Sarmiento 458, a las 22.

Al encuentro con "Río Negro", llegó luego de su visita semanal a Rosario, donde dicta clases en la Facultad de Filosofía y Letras. Del cansancio ni noticias, cuando de hablar de la canción se trata. Esa a la que sigue apostando para expresarse y pararse firme en medio de tantas cuestiones desvirtuadas.. "Yo canto por mí, porque es una forma de protegerme, de crecer también. Y en tercer lugar, por estar en contacto con el límite de las cosas. Mi canto es desmesurado, al borde del abismo, y quiere explicarse, explicar qué somos los argentinos.

Como esa es una cuestión fundamental para mi vida, canto por mí. Porque quiero tener la valentía y la honradez de sostenerme en esa pregunta. No canto cualquier cosa, sino mundos musicales y poéticos exquisitos que tienen palabras para decirnos, mundos tan bellos y poderosos que todavía nos hablan".

- ¿Cómo es el proceso de elegir las canciones?

- Las hay que me deslumbran, otras me emocionan, están las que canto tal vez porque me gusta una pequeña frase, como la de un tema de Ramón Ayala que dice "la vida es un río bravo"; es extraordinaria, significativa...

- Te imagino desenredando el poema y buscando la esencia de cada palabra.

-Mi trabajo es musical, pero sin los textos no tendría el interés que tiene para mí.

- Se completó la imagen que buscaba. De chico, mi abuela deshacía los pulóveres que habíamos usado un buen tiempo y los tejía, renovándolos. Les daba otro valor, otro sentido. Los resignificaba, diríamos hoy...

- El ejemplo es absolutamente válido porque tejer y entretejer, retejer, hacer una trama cultural que converse con el mundo actual, sus sonidos y palabras, es una tarea en la que me he empeñado desde el primer disco. La metáfora del tejido me impacta mucho, me resulta próxima, me gusta. Siempre que me subí a un escenario, que grabé, supe que estaba dispuesta a realizar un tejido nuevo. De lo contrario, nunca me hubiera subido cantar. No siempre lo conseguí con felicidad. No puedo decir que en todos mis compactos, todas las canciones están tejidas con el punto justo que me gustaba. De nueve discos, habrá diez temas en los que pude encontrarlo.

Como nunca me quedo en la comodidad de haberlo logrado, siempre estoy buscando. Por eso Fito Paéz cuando me hace el tema que me dedica al cumplir yo cincuenta años, escribe "sigo buscando, buscando, maldita santa felicidad"... Efectivamente eso es mi vida.

- ¿Cómo son esos encuentros?

- Son momentos en que digo, acá se vislumbra algo, acá hay una luz que me abrió un universo nuevo. Eso siento y es una satisfacción muy grande. Me gusta mucho subir al escenario y cantar esa canción como está. Lo cual tampoco quiere decir que me siente a contemplarla, sino que muchas versiones de temas que me han gustado luego las he cambiado. Aún habiendo estado satisfecha con la versión que hice Los temas de Atahualpa Yupanqui, de Juan Falú, de Eduardo Falú, del Cuchi Leguizamón, por darte solamente cuatro nombres están siempre dispuestos a que los vuelvan a visitar. Incluso, por una misma persona que los visitó antes y los hizo estallar. Son obras tan poderosas que resisten innumerables visitas.

Eduardo Rouillet