ENTREVISTA: Marina de Caro

La bisnieta de Julio de Caro y la plástica

Enrolada en la vanguardia artística, Marina de Caro busca que el espectador se involucre con sus obras, en las que plantea su compromiso con diversos temas de la realidad, sin intencionalidad política.

Las mujeres y el llanto son el centro de la última muestra de Marina de Caro.

Heredera de un apellido famoso, Marina de Caro sigue en las lides artísticas, aunque la plástica parece el puerto elegido por esta vanguardista que no especula con su rango familiar sino que insiste en una vocación donde la moda, las instalaciones, el dibujo y las esculturas blandas y vestidas parecen parte de un camino inagotable. Un camino que también la lleva a Neuquén donde a través de la Fundación Antorchas hace docencia y se sorprende con el empuje y el talento de los artistas de la zona.

- ¿Cómo se da tu carrera en la plástica?

- La vocación comenzó en talleres y la Escuela de Bellas Artes, que luego abandoné alrededor de 1980. En 1981 entré en la Facultad de Filosofía y Letras a estudiar Historia del Arte y en forma paralela fui formándome como artista y haciendo mis producciones. Así me formé y después continué pasando por la moda o haciendo una serie de obras textiles que tenían que ver con el cuerpo, no tanto con el ámbito de la moda, se acercaban más al arte. Luego participé en 1997 de la beca de Kuitca, algo que resultó muy interesante para mi carrera.

- ¿Tu última muestra "Aguas de marzo" resulta otro paso más de este camino en la plástica?

- En realidad hace mucho que trabajo y pasé por muchos lugares. Esta muestra tiene que ver con el dibujo específicamente. Yo hago mucha escultura, objetos blandos tejidos que resultan obras que casi siempre tienen como referente el cuerpo, algunas son para vestir y otras no. En este caso trabajé sobre el tema de la llorona, hice un libro completo dibujado con ese tema y se maneja como una lógica de ficción. La idea de que con el llanto se tejen vestidos, se riegan flores, se hacen las nubes o se llenan bañeras de agua.. Todo a través del llanto como comunicador y en el marco de muchas variables. No es sólo un llanto catártico de la mujer. Después hice el traspaso de esos dibujos a una sala, tratando de hacer como una pileta de agua que es como el resto de tanto llorar. Son diversas situaciones que desde el libro se pueden ver, incluso el humor y los homenajes, por ejemplo a las mujeres de Afganistán, las de Oriente o las Madres de Plaza de Mayo, que son las únicas que no lloran. También hay otras muchas situaciones.

-¿Hay una actitud política en el planteo?

- No estoy levantando ninguna bandera, simplemente hago mis homenajes, obviamente que tienen un compromiso, porque mi trabajo es comprometido, pero no hay una intencionalidad netamente política. Yo uso los mínimos elementos y mucho color, pero en este caso es como una muestra atípica. Porque además de color rabioso, empleo volúmenes grandes, instalaciones, cuartos enteramente amarillos, furiosos. Esta muestra es como más sutil y emotiva, otro tipo de situación. Igual siempre me gusta intervenir en el espacio como para que el espectador necesite ser partícipe y percibir desde otro lugar. Sacarse los zapatos para entrar a la sala de la muestra resulta como algo más vulnerable y se respira otro aire en el ámbito. No es lo mismo mirar desde la puerta que entrar. Se cambia la percepción y eso para mi es fundamental. La gente se toma otro tiempo para ubicarse en otro lugar y mirar esos dibujos. En realidad mi obra no está necesariamente orientada a este punto, pero me gusta ir cambiando. Nunca mostré dibujos, pero considero que cada muestra que hago es diferente.

Julio Pagani

De la vanguardia a Neuquén y otros lugares

Marina de Caro estuvo en Neuquén dando clases -que volverá a repetir- a artistas plásticos de la zona en Fundesur por la Fundación Antorchas, que da becas a jóvenes valores "Fue una experiencia bárbara con jóvenes con mucha energía, talento y ganas de hacer. Estas becas son muy buenas porque dan la posibilidad de vincularlos, porque también tienen su producción y sólo les falta interlocutores, y no sólo porque están alejados de Buenos Aires, sino porque Neuquén tampoco dispone de demasiadas salas para el arte y el tema es producir en el taller propio, para amigos o exponer en un bar. No es la manera", sostiene Marina al referirse también al gran momento que pasa el país en cuanto a lo artístico, porque "se está produciendo mucho y continuamente hay cantidad de espacios nuevos".

Ella viene de un estilo asociado al Di Tella y todos los cambios generados por una vanguardia. Tal vez en esa actitud vanguardista se encuentra con su antepasado Julio de Caro al cual siempre admiró pero conoció poco "Sólo puedo decir que bailo el tango" dice como poniendo el acento en una distancia generacional Así como ella apeló en su última muestra al llanto, como medio de comunicación de la fragilidad humana en lo femenino, así también busca las sensaciones y experiencias en instalaciones o esculturas colgadas o depositadas blandamente en superficies. En realidad busca al espectador como partícipe de la propuesta. Las suyas son tramas múltiples donde se esconde el alma del hombre. Será por eso que participa del grupo Trama, otro tejido docente que se esparce por la capital federal y todo el interior nucleando movimientos, buscando el arte y sus artistas.

Mientras tanto seguirá con Estudio Abierto de Harrods, en Arte BA y en un homenaje al inefable Federico Klemm, talleres y nuevas búsquedas. (J. P).