Miércoles 1 de octubre de 2003

ENTREVISTA

En el mundo personal de Claudio Basso

El artista se encuentra de incógnito en la ciudad. Concedió una entrevista exclusiva a "Río Negro" en la que habló de sus temores y de sus sueños. "Soy muy feliz. Tengo todo lo que quería en la vida. Voy a luchar para no perderlo", dijo Claudio, que el viernes por la noche cantará con sus hermanos, como antes.

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"Me destroza pensar que mucha gente vive como yo vivía antes", afirma Claudio, sensible.

CIPOLLETTI (AC).- Entramos y nos acomodamos en uno de los sillones. Comienza la sesión de fotos mientras él pide casi suplicando: "No le saques a los chicos". Los ruegos de su primogénito, Santiaguito, por ser retratado junto a su padre no llegan a buen destino. Luego nos sentamos y se abre como nunca. Las luces de la fama y el glamour huyen, se esconden bajo la piel del muchacho humilde, de ese que creció pateando en algún baldío, con las manos curtidas por la cal y el cemento, que vivió años "de prestado", bajo techos que se llovían y pilones de leña que no alcanzaban a dar calor.

Claudio Basso le concedió a "Río Negro" una entrevista exclusiva de dos horas. Un Claudio Basso que llegó a esta ciudad de incógnito el lunes por la noche. Que se sumergió con su esposa Jessica y sus dos pequeños en las comodidades de un departamento alquilado hace un mes. Que arribó para presentarse el viernes por la noche, junto a sus hermanos Martín y María Laura, en el Polideportivo de Cipolletti, para conmemorar el centenario de la localidad.

Esta vez no se guardó nada. Archivó el conocido cassette que tantos artistas

utilizan para sacarle el cuerpo a las balas. Y habló de sus temores. De lo que les saca el sueño a tantos famosos: que el pulso de la fama en algún momento deje de latir, que se ahogue en el océano de la indiferencia y la fugacidad.

"No me molesta que algunos digan que somos artistas de poco tiempo. Me da miedo no poder seguir cantando, porque es lo que me gusta. Por eso es que tengo que trabajar muchísimo, para cerrar esas bocas", dispara, y luego añade: "Debo luchar para dejar de ser 'Claudio de Operación Triunfo'. Tengo que luchar para que el Claudio artista y persona perdure, para no desaparecer".

- ¿Qué sucedería si la fama deja de resplandecer. Volverías a ser el albañil que eras antes?

- Claro que sí. Estoy preparado para todo eso. Fijate que cuando estaba en la Academia pensaba que con lo que ganaba por semana (menos de 250 pesos) antes comía un mes. Pensaba que con los 1.800 pesos que había ahorrado vivía un año con la vida de albañil (rompe en risas).

- Y luego ¿qué pasó?

- Cuando gané empecé a sentirme un mediocre. Creía que todo iba a pasar, que no iba a trabajar más de esto. Me agarró pánico. Hasta llegué a dudar de subir a cantar ante miles de personas.

Muchos rumores se cocinan alrededor de este grupo de muchachos. Que embolsan miles y miles de pesos, que son explotados, romances que van y que vienen, miserias y virtudes. Todo es parte de su "ecosistema".

- Se habla mucho de tu situación económica

- Económicamente estoy mejor que antes. Pero no gano diez mil pesos al mes como piensan muchos. La diferencia es que ahora puedo alquilar un departamento, que no vivo de prestado y no estoy en el bendito plan

Trabajar. No me puedo quejar, pero no estoy forrado en plata.

El viernes 10 presentará su primer trabajo discográfico, "Claudio Basso. Te esafío", en un boliche de Neuquén. Y al parecer, en el región se reencontrará con Emanuel y Pablo cinco días después, para la inauguración de la

Megaexposición que se realizará en esta ciudad.

Esta vez se lo notó más distendido, fresco, y sobre todo descansado. El rostro de sus niños no paró de iluminar el departamento. Y él también se

siente así: "Soy muy feliz. Tengo todo lo que quería en la vida. Voy a luchar para no perderlo". Así es el mundo actual de Claudio Basso.

Sebastián Busader

Reencarnó en todo lo que había soñado

CIPOLLETTI (AC).- Aunque no le manifiesta, todo cambió para siempre. Reencarnó en lo que había soñado desde su adolescencia. "No extraño nada de aquello, de nuestra vida antes de Operación Triunfo. Sufrimos mucho".

Aún resuena en algún pasillo de Telefé la frase con la que detuvo varios corazones. Que a los 25 años pensaba que su vida iba a ser igual por el resto de sus días. Se imaginaba como su abuelo a los 65, subido a un andamio con el sol curtiéndole el lomo. Por eso confirma: "No extraño nada de aquella época. Sólo la vida familiar. Esos años pasamos miseria, dormíamos en lugares que se llovían, compartiendo el baño, calentándonos con una pequeña estufa. Fue terrible". Por ello dice que "me destroza el alma pensar que hay mucha gente que vive como yo vivía".

Aparece una sonrisa cómplice y recuerda que muchos políticos y empresarios quisieron saborear el néctar de su fama, cuando a muchos "les pedí trabajo de rodillas y no me lo dieron. Esas mismas personas hoy se matan para que cante para ellos".

- ¿Pensás en volver a vivir a Cipolletti?

- Mi vida voy a terminarla en esta ciudad, porque la amo. Ni loco llevaría a vivir a mis hijos a Buenos Aires porque le tengo mucho miedo a los secuestros. Sé que si alguien se acerca con malas intenciones a mi familia, en Cipolletti lo matan. Muchas abuelas querrían tenerlo como nieto. Los vicios no son parte de su ser (no fuma, no le gusta el alcohol, "nunca me drogué") y la humildad es el patrimonio que le valió gran parte de la fama.

"La gente me votó porque quería que ganara alguien de su mismo nivel", aclara antes de decir que "había dejado de creer en la gente. Me habían estafado, me habían jodido mucho. Pero todo cambió. Gracias a Dios todo cambió". Los miedos parecen quedar de lado para este muchacho que hizo carne las esperanzas de muchos.

"Movida muy comercial"

CIPOLLETTI (AC).- No alcanza a entender por qué despierta tanto afecto en la gente. No logra comprender cómo personas que viven con pocos pesos diarios desembolsaron "cifras enormes" para votarlo vía telefónica y escucharlo en distintos puntos del país. Pero algo tiene en claro. Y es que desde las empresas que manejan la "movida" Operación Triunfo "se sobrepasaron con el comercio" de este producto que no para de sorprender.

"Me pongo en el cuero de la gente y creo que si hubiera estado en su posición no gastaría 40 pesos para ver un recital. Creo que se pasaron con el comercio", manifiesta con el gesto de asentimiento de su esposa Jessica.

"Lo que sucede es que el amor de la gente puede mucho más. Pero recuerdo que nosotros comíamos con cinco pesos al mediodía y a la noche. Todo eso es lo que me hace no creérmela. Recordar esos tiempos de sufrimiento me baja a tierra", dice mientras Santiaguito corre entre sus piernas.

- ¿Creés que Telefé lucró con tu imagen de padre, con la imagen de los chicos?

- Ellos se agarraron de lo que pudieron. Seguro que aprovecharon mi imagen de padre para ganar rating, como lo hicieron con Pablo.

- ¿Pensás que estas poderosas empresas los explotan?

- Son empresas muy grandes. Si tienen plata es porque lucran con eso, y bienvenido sea. Si no fuera por la oportunidad que me dieron, no sería quien soy. Soy un empleado, trabajo a porcentaje, pero estoy mejor que antes.

Su familia lo extraña. Y él añora los tiempos de privacidad y tranquilidad, aunque no se arrepiente en lo más mínimo. "Extraño mucho a los chicos. Pero hay que hacer el esfuerzo, aunque el cansancio mental sea enorme".

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