Macabro hallazgo de pescadores

ALLEN (AA).- El cadáver de Guillermo Tejo, un hombre de unos 30 años, que había desaparecido en el mes de febrero, en Neuquén, fue hallado el domingo por la tarde en aguas del río Negro, a la altura del límite entre Fernández Oro y Allen.

Según se informó desde la comisaría Sexta de la localidad allense, unos pescadores encontraron el cuerpo, enganchado entre las ramas de un árbol, y dieron aviso a las autoridades.

Bomberos voluntarios y policías de Fernández Oro, además de personal de Criminalística de Cipolletti, llegaron al lugar indicado, en proximidades del sector conocido como la pasarela de Bridas y allí encontraron el cadáver totalmente deteriorado por el largo período de tiempo que, se estima, se encontraba sumergido en el agua.

En un principio se sospechó que podría ser de Tejo, pero no se descartaba además la posibilidad de que el cadáver pudiera ser de alguna otra persona desaparecida en los últimos meses, ya que por el estado en el que se encontraba era sumamente difícil poder reconocerlo.

Los peritos de la morgue roquense practicaron ayer la autopsia del cuerpo y, según informó la policía, éste fue reconocido -por la única prenda que vestía, un pantalón corto- por algunos de sus familiares. También se cotejaron las piezas dentales del occiso.

Tejo había desaparecido en el mes de febrero, se indicó, cuando se encontraba junto a su familia en un balneario de Neuquén. Durante la tarde, el hombre ingresó al río y nunca más volvió a ser visto. Desde ese entonces se realizaron constantes búsquedas pero los resultados habían sido infructuosos hasta el momento.