No encuentran al joven que cayó al río Negro

ROCA (AR).- El cuerpo del joven que desapareció el martes en las aguas del río Negro no pudo ser encontrado ayer, a pesar de los rastrillajes realizados por Prefectura Naval y los bomberos voluntarios de Roca, Cervantes y Mainqué Efectivos de todas las instituciones recorrieron durante mañana y tarde distintos sectores del río desde la zona de Stefenelli hacia el este, sin conseguir resultados positivos Pasadas las 24 horas desde que Matías Federico Bravo (18) cayó al agua mientras pescaba con dos amigos, pocas eran las expectativas por hallalo con vida Lo único que hallaron los voluntarios roquenses en la víspera fue un remo de la embarcación en la que viajaba el joven antes de que se precipitara el accidente.

Desde el cuartel de la calle Belgrano se informó que hoy seguirán adelante con la búsqueda, que ayer incluyó sectores ribereños con ramas cercanas al curso.

Cabe recordar que todo ocurrió el martes alrededor de las 11.30, cuando la canoa que ocupaba Bravo junto a dos amigos se desestabilizó y se dio vuelta. El lamentable episodio ocurrió sobre el cauce principal del Negro, a una altura paralela a la denominada curva de Proin de la ruta 22.

Los otros dos muchachos -de apellido Chandía y Ezeiza- pudieron nadar hasta la costa, para luego pedir ayuda.

Sin embargo, la policía y los bomberos recién fueron alertados a las 15.30, dejando pocas chances de efectividad a sus primeras acciones para encontrar al desaparecido.

Los infortunados jóvenes habían partido desde el barrio 250 vivendas de Roca hacia la zona del balneario Apycar con una canoa y equipo de pesca para pasar el día en el curso del río. Todo iba bien hasta que, a la altura de un recodo del río conocido como "cola de zorro", la embarcación comenzó a tambalear y sus tres ocupantes cayeron al agua.

Ezeiza hizo un relato dramático de los hechos más tarde, cuando comentó que "uno de los chicos logró salir rápido, a 100 metros de nosotros. Yo iba aferrado a la canoa y detrás mío venía Bravo. Estaba muy complicado y le grité que se aferrara a la canoa. Me alcanzó y se agarró de mí, por un brazo y el cuello. Me agarraba tan fuerte que nos hundíamos y volvíamos a salir hasta que se desprendió y ya no lo vi más".