Para vivir mejor

Casi inmediatamente que el Programa Nacional de Educación para la Hipertensión Arterial comenzara a funcionar en EE.UU., el tratamiento y control de la hipertensión empezaron a mejorar y con ello las muertes por enfermedad cardíaca y cerebral comenzaron a disminuir. Este beneficio fue creciente hasta 1990, año en que comienza a detenerse el avance sobre esta enfermedad durante 10 años (hasta el año 2000). En esa década no se continuaron disminuyendo las secuelas de la hipertensión ¿Por qué ocurrió esto?

La explicación la teníamos en el gran estudio de Framinghan que sugirió que la presión máxima es mas peligrosa que la mínima en las personas de mas de 50 años. El estudio de Framinghan también encontró que en general la presión máxima no era tenida tan en cuenta como debería serlo y no era bien controlada. "Nos ocupábamos de bajar la mínima".

Por ello, agendar:

1) En personas de más de 50 años la presión máxima por encima de 14 es de mayor riesgo cardiovascular que la presión mínima.

2) El riesgo comienza a partir de los 11,5 de máxima y 7,5 de mínima y se duplica con cada incremento de 2 cm de máxima y con cada cm de mínima por encima de estos niveles.

3) Las personas que han llegado a los 55 años con presión normal tienen un 90% de posibilidad de desarrollar hipertensión en lo que les resta de su vida.

4) A los que tienen entre 12 y 14 de máxima o entre 8 y 9 de mínima se los debería considerar como "prehipertensos" para alentarlos a cambiar hábitos de vida para retrasar la aparición de hipertensión.

5) La mayoría de los pacientes con hipertensión requerirán dos o más medicamentos para lograr controlar su hipertensión.

6) El tratamiento debe indicarse cuando la presión máxima es de 14 o más y/o la mínima de 9 o mas, al menos que se trate de enfermo renal o diabético en quienes el tratamiento debe comenzarse con cifras menores.

7) El control de la hipertensión será exitoso sólo si los pacientes son motivados y concientizados sobre el beneficio que otorga mantener una presión normal durante toda la vida.

Adalberto Fernández,

Especialista en cardiología y prevención cardiovascular, de Roca