Tres estudiantes de la región fueron premiados

Fue por sus trabajos en relación con el golpe militar de 1976. Los distinguidos son una roquense y dos neuquinos. Recibieron diplomas y libros de manos del ministro Daniel Filmus.

María Guiñazú, de Roca; Ernestina Martínez Gravino, de Zapala y sosteniendo el diploma, la hermana de Jorge Morales, de Neuquén.

BUENOS AIRES (ABA) - El intenso frío que dominó ayer las calles porteñas contrastó con una ceremonia muy emotiva que se realizó en el Palacio Pizurno, en la cual se distinguió a 30 alumnos del interior por sus trabajos en relación a los 25 años del golpe militar de 1976 (el concurso se realizó hace dos años, pero en la víspera se entregaron los premios).

Entre los consagrados, estuvieron tres alumnos de la región: María Julieta Guiñazú, de General Roca, Ernestina Martínez Gravino, de Zapala, y Jorge Morales, de Neuquén-capital.

Las dos primeras, acompañados por sus tutores recibieron un diploma, y libros (tanto para ellas como para las bibliotecas de sus colegios), de manos del titular de Educación, Daniel Filmus, y otros funcionarios que lo acompañaron, entre los que se encontraba la ministra del área de Río Negro, Ana Mazzaro.

Similar homenaje recibió Morales -en las personas de su hermana y su profesora guía- ya que aquel está detenido en una unidad penitenciaria.

La jornada se correspondió con la evocación de un nuevo aniversario de la trágica "Noche de los lápices".

Tras la presentación del acto, una de las oradoras fue María Guiñazú (ex alumna de la Escuela Sur de Roca), quien reprodujo algunos conceptos vertidos en su monografía premiada, "El Golpe de la Memoria" (ver aparte).

"Es un orgullo que los jóvenes podamos abordar un pasado duro y difícil pero que es nuestro, para recabar vivencias e intentar construir nuestra identidad, hoy algo difusa", afirmó la joven estudiante roquense de elegante vestido celeste. La misma insistió en que la memoria se construye entre todos los que comparten una cultura a partir de la palabra, y sostuvo que la defensa de los derechos humanos y la libertades democráticas son herramientas para fortalecer la sociedad Por su parte, Ernestina Martínez Gravino manifestaba su emoción, recordando que tuvo que luchar mucho contra las trabas de su colegio IDF N 13 y del mismo vicerrector que la acompañaba, para presentar su ponencia "El Silencio del Principito", se llamó su texto premiado. La actualmente estudiante de ingeniería electrónica en Bahía Blanca, explicó a "Río Negro" que en su monografía trató de contraponer los valores del libro de Saint Exuperí a lo que ocurrido durante al dictadura militar. "La convivencia, la relación entre grupos, la libertad, eran todos conceptos que estaban en las antípodas del Proceso Militar; por eso fue estuvo prohibida esa obra", sostuvo la estudiante.

En el caso de Morales, recibieron el premio su hermana Ana María y la tutora, Graciela Ortega. Ambas destacaron los valores del trabajo, tanto como que el mismo sigue estudiando en el penal de Rawson donde ahora cumple la condena El trabajo de Morales "Nacer en el 76 y desaparecer 25 años después" (ver aparte) desarrolla en profundidad el concepto desaparecidos También estuvieron presentes algunos de los miembros del jurado que hicieron uso de la palabra como Alicia Pierini y Santiago Kovadloff.

La asistencia de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo fue subrayada por el ministro Filmus "La garantía de que los años oscuros no se repitan pasan por nuestras aulas", remarcó.

Las palabras del sur, por la memoria

BUENOS AIRES (ABA) . - En un trabajo que combina la inspiración y la cita de prestigiosos autores, la estudiante roquense María Julieta Guiñazú, hizo un análisis sobre las formas que cobra la inspiración de la memoria, y la importancia de esta última cuando se trata de hechos que marcaron de modo tan tajante a una sociedad como los episodios producidos a partir del golpe militar de 1976.

Después de preguntarse recurriendo a Yerushalmi: ¿es posible que el antónimo de el olvido no sea la memoria, sino la justicia?, la alumna premiada, da su propio testimonio: "A más de veinte años de la última Dictadura Militar, la memoria colectiva comienza a aparecer como un camino pendiente, junto a la verdad y a la justicia" En la conclusión, el texto de la alumna de la Escuela del Sur (que señala menciona como fuentes, entre otros al cineasta Alejandro Agresti y al obispo Miguel Hesayne) concluye: "No olvidar para no repetir es una aspiración que cuenta con el consenso mayoritario de nuestra sociedad, pero que requiere ser cargada de contenidos precisos. Debemos hacer memoria para evitar que los sucesos que abrumaron a un país que buscaba una salida apropiada a sus conflictos sociales y económicos, no se cometan nuevamente".

Por su parte, Jorge Morales, Segundo Ciclo de la CPEM N 64, Anexo Unidad de Detención N 11 de Neuquén hizo "Nacer en el 76 y desaparecer 25 años después" En un tenor muy distinto a la anterior, la monografía del alumno neuquino plantea el significado del golpe militar del 76 a la luz de su experiencia como preso en un establecimiento carcelario.

Así comienza el escrito premiado: "Soy Jorge Alfredo Morales, nací el 4 de enero de 1976, o sea que nací en la época del genocidio del 76. Hoy tengo 25 años (el texto es del 2001) y esto lo remarco porque tiene que ver con un poco de todo: soy uno de los jóvenes del 76.... ".