Comenzó el juicio a un médico por mala praxis

En Bariloche, la Cámara Segunda del Crimen empezó a tratar el caso del ex jefe de Salud Mental del hospital local. Gerardo Farfán Noguera deberá responder a las acusaciones que lo señalan como el culpable de la muerte de un paciente.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La Cámara Segunda del Crimen comenzó a juzgar al ex jefe de Salud Mental del hospital local, Gerardo Farfán Noguera, quien tendrá que responder por los delitos de homicidio culposo y falsedad ideológica, dado que lo acusan de haber provocado la muerte de un joven paciente por sobremedicación y falta de indicaciones precisas sobre su cuidado.

La causa comenzó a gestarse el 9 de mayo de 1999 con la muerte de Fabián Enrique Farriol, de 27 años, paciente ambulatorio de Salud Mental, pero se originó dos semanas antes, cuando el muchacho pidió que lo internaran porque advertía que se encontraba al borde de una crisis esquizofrénica, enfermedad que padecía y de la que se trataba en forma regular desde 1991.

Hasta dos días antes de su muerte, el joven dormía en la sala común de hombres, y durante el día realizaba su vida casi normal, visitando a amigos y familiares. Sin embargo, su comportamiento agresivo se manifestó cuando golpeó a un paciente y rompió un vidrio, y Farfán ordenó un cambio de medicación, que lo habría llevado a la muerte Durante la madrugada del 9 de mayo de 1999 Farriol sufrió un paro cardíaco y murió pese a que los profesionales le realizaron maniobras de resucitación durante más de una hora. De acuerdo con la acusación, en las horas previas a su muerte, a Fabián Farriol lo habían atado de pies y manos a la cama, por orden de Farfán. El mismo profesional se encargó de redactar el acta de defunción del paciente, y de anoticiar a su familia del fatal desenlace.

El primero en pedir una investigación interna fue el médico que atendió la emergencia en la madrugada fatal, Guillermo Monteagudo, pero la que denunció sus sospechas a la justicia fue Juana Etcheberry, como titular del Consejo Local del Discapacitado. Después, la causa se abonó con los testimonios comprometedores de varios profesionales del servicio que conducía Farfán, quienes no ahorraron críticas hacia la forma en que habría manejado la situación del joven Farriol. Más tarde se hizo cargo de la investigación el juez Juan Manuel García Berro, y 9 días después del deceso de la víctima ordenó la exhumación del cadáver para realizar la autopsia, que sus familiares no pidieron. Pese a sus padecimientos, Farriol trabajaba en una playa de estacionamiento y recibía tratamiento ambulatorio. A un amigo, le habría manifestado que tenía temor a que, al medicarlo, "lo hicieran pasar de largo".