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Enseñar, contra viento y marea

Juan Díaz y su equipo lograron muchos sueños sobre la base del esfuerzo.

ROCA (AR).- Muchas veces educar no es sólo transmitir conocimientos. Para muchos maestros argentinos que conviven día a día con chicos de bajos recursos, la educación incorpora otras tareas.

Juan Domingo Díaz es director interino de la Escuela Primaria Común N357, de Barrio Nuevo de Roca. Por ahora, hasta que terminen de construir el edificio escolar, las clases se imparten en aulas de la capilla del "Cristo Peregrino".

La escuela N 357 nace de la ilusión de un grupo de padres, tutores y maestros, que no encontraba dónde ubicar a muchos chicos (por el crecimiento demográfico del barrio, porque no había más vacantes en otras escuelas o porque donde las había, les quedaba muy lejos) La historia de la lucha es larga y ardua. Comienza en julio de 2002, con cuatro grados y con clases que se impartían sólo en dos aulas en el C.A.D (Centro de Atención Diurna).

Hoy, gracias a mucho esfuerzo, ese comienzo se transforma en 130 chicos que reciben educación todos los días (de primero a cuarto grado).

Pero la lucha no cesa. "Los chicos vienen de familia muy humildes y muchas veces su única comida es la leche que le damos en en colegio a la mañana. Llegan tarde porque no tienen reloj o porque los padres no los traen. Además, como son chicos que viven en un mundo violento, son muy agresivos. Los chicos están mucho tiempo en la calle expuestos a experiencias de drogadicción. Su vida es totalmente distinta a la de un chico común", remarca Díaz A eso hay que sumarle el problema que presenta el no tener un edificio propio: "hay un sólo baño de mujeres y uno de hombres, por lo cual después de tomar la leche se genera una cola enorme. Nos faltan útiles, elementos de biblioteca, no tienen patio y el recreo se hace en la calle, con el peligro que eso implica. No hay dirección para atender a los padres... Todo eso atenta contra lo que queremos ofrecer. Necesitamos ese espacio físico. Para que padres y alumnos sientan que la escuela es parte de ellos y del barrio. Para una comunidad como ésta, la escuela representa un lugar de contención para toda la familia", explica Sin embargo el maestro, oriundo de La Rioja, no pierde la esperanza. Espera que los políticos cumplan con su promesa y que en un mes el edificio esté inaugurado Paralelamente, Díaz y otros profesionales están elaborando un proyecto. "Para este barrio hace falta otro tipo de escuela: algo con jornada completa, con talleres, con almuerzo en el establecimiento. Ojalá podamos hacer la prueba" Sobre todo, los alumnos de la escuela N 357 necesitan útiles escolares (lápices, hojas, cuadernos, etc). Para colaborar sólo hace falta acercarse a la capilla, en San Juan y Los Mirlos y preguntar por Díaz o cualquiera de sus maestros.

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