Martes 9 de setiembre de 2003

La condena de los monstruos

Dos asesinos seriales fueron juzgados en Australia.

SYDNEY (DPA).- Los peores asesinos seriales de Australia se mostraron desalmados hasta el final, ayer, de su juicio de 11 meses. John Bunting, de 37 años, y Robert Wagner, de 31, se negaron a ponerse de pie cuando se leyeron los veredictos del caso conocido como "los cuerpos en los barriles". Ambos pasarán el resto de sus vidas en la cárcel. Bunting fue encontrado culpable de 11 asesinatos. Wagner, que confesó tres asesinatos antes de que comenzara el juicio, fue condenado por otros siete.

Los cuerpos desmembrados de ocho de sus víctimas fueron encontrados hace cuatro años sumergidos en ácido en seis barriles de plástico negros en la bóveda en desuso de un banco en Snowtown, unos 150 kilómetros al norte de Adelaide Se encontraron otros cuatro cadáveres, dos enterrados uno encima del otro en el jardín trasero de la antigua casa de Bunting. James Vlassakis, quien confesó haber participado en cuatro de los asesinatos, proporcionó detalles escalofriantes para el juicio. Pasará 26 años en prisión. Un cuarto hombre detenido por los crímenes, Mark Haydon, será juzgado más adelante. Bunting había sido acusado de 12 asesinatos y Wagner de ocho, pero tras debatir durante 45 horas, el jurado no pudo llegar a un veredicto en cuanto a si los dos decían la verdad cuando insistieron en que a una de las víctimas, una mujer, la encontraron muerta en su baño. De todas formas la cortaron en pedacitos.

Vlassakis, que tenía sólo 14 años cuando se asoció con Bunting, pasó 32 días en el atril de los testigos brindando detalles de las muertes y el perverso placer que la pareja encontraba en ellas. A su octava víctima, James Brooks, le introdujeron cigarrillos encendidos en la nariz y los oídos. En su frente "dibujaron" una cara sonriente con un mechero. Los dedos de sus pies estaban sujetos por tenazas. Además le insertaron un petardo en el pene y lo encendieron. Con una jeringa le inyectaron agua en los testículos. Después de deshacerse de David Johnson, frieron y comieron su carne. La pareja alardeó ante Vlassakis de que "los buenos" nunca gritaban. Al principio, Bunting y Wagner atacaban a pedófilos y homosexuales, pero luego incluyeron a sus propios amigos. Además de deleitarse con la crueldad de sus crímenes, también obtenían ganancias personales. La pareja simulaba que sus víctimas aún seguían vivas para cobrar sus pagos de seguridad social y vaciar sus cuentas de banco. En total, recaudaron casi 100.000 dólares australianos (65.000 dólares estadounidenses) de sus víctimas. Los anteriores peores casos de crímenes seriales en Australia, los llamados "asesinatos de mochileros", entre 1989 y 1992, se cobraron siete vidas. Ivan Milat se encuentra actualmente cumpliendo siete condenas a cadena perpetua por estos crímenes.

Copyright Río Negro Online - All rights reserved
Tapa || Economía | Políticas | Regionales | Sociedad | Deportes | Cultura || Todos los títulos | Breves ||
Ediciones anteriores | Editorial | Artículos | Cartas de lectores || El tiempo | Clasificados | Turismo | Mapa del sitio
Escríbanos || Patagonia Jurásica | Cocina | Guía del ocio | Informática | El Económico | Educación