El desencuentro de los alumnos con sus maestros

Esta situación, bajo la lupa de nuevos estudios de Flacso.

La potencia debe cambiar a la impotencia, dicen.

"La escuela debe repensar la forma de abordar esta nueva realidad que está enfrentando y que involucra a muchos chicos que no logran asemejar los valores tradicionales con la que la institución marcó a muchas generaciones anteriores". La afirmación la realizó Silvia Duschatzky, investigadora de la Flasco, que el viernes último participó de un panel de debate organizado por diferentes organismos sociales y gremiales en Neuquén capital.

Este concepto de repensar la forma en que la escuela tiene que abordar los problemas con los que los chicos llegan a sentarse al aula -pobreza, exclusión, violencia, etc- indicó Duschatzky en diálogo con "Río Negro", implica en parte dejar de lado la "impotencia y omnipotencia que se puede observar en muchos docentes para darle espacio a la potencia".

En este sentido, afirmó que "la impotencia se observa cuando un maestro se resigna ante un determinado problema que se le plantea en el aula y asegura que no sabe qué hacer. Y la omnipotencia cuando dice que no hay so

lución posible a ese problema. Pero, continuó, lo que habría que hacer es pensar que el chico que hoy un docente tiene enfrente, no llega en las mismas condiciones en las que lo hacía un chico hace 30 años atrás. Entonces hay que saber preguntarse cómo lo trato, cómo lo enfrento y cómo lo motivo, para que una vez que esté en la escuela, lo pueda retener".

Actualmente como esto no está ocurriendo, destacó la investigadora, muchos docentes se desencuentran con sus alumnos. "En las aulas hay situaciones que los maestros consideran violentas y que para los alumnos son totalmente normales y cotidianas".

Esto último, según la investigación que realizó Duschatzky meses atrás en los barrios periféricos de Córdoba, es resultado de la ausencia de personas adulta durante el crecimiento y desarrollo de los chicos.

"En los sectores más bajos estos alumnos, cuyas edades oscilan entre los 11 y 17 años, están inmersos en un universo que prodecen a partir de su propia experiencia y donde la presencia d los adultos es prácticamente nula".

Como contrapartida, los chicos se aferran a dos herramientas fundamentales para desempeñarse en este universo donde "el riesgo y la búsqueda para zafar de éste es algo cotidiano": el grupo y la fraternidad El primero permite protección y es donde se producen los valores. El segundo articula el accionar del grupo, y es más importante que la que pueden enseñar las instituciones como la escuela o la familia.

"Pero la ausencia de los adultos se genera porque hoy ser padre implica ser el padre que se puede. Porque constantemente se está al borde de perder la condición humana -aquello que nos hace vivir con mayor dignidad-", precisó.

Actualmente, reveló, hay escuelas de la provincia de Buenos Aires que ante la problemática de jóvenes embarazadas, pusieron en funcionamiento guarderías para que puedan seguir asistiendo a clases. *Este es un claro ejemplo de cómo se pueden dar respuestas a las problemáticas actuales. Se trata el problema tal como está planteado, y no como a mi me hubiese gustado", concluyó.

Entre los organismos que organizaron el panel de debate, que incluyó tambiém a profesionales de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y de la región, figuraron el gremio docente (ATEN), el obispado y la Defensoría del Menor y el Adolescente.

Quieren que sus padres "no se borren"

ZAPALA (AZ).- Con el objetivo central de poner fin a episodios de violencia entre alumnos surgidos desde la falta de contención familiar, un equipo de docentes de la EPET 11 de esta ciudad puso en marcha el proyecto Convivencia. La iniciativa tuvo una jornada de análisis donde toda la comunidad educativa refleccionó sobre la problemática.

"Algunas situaciones entre alumnos que llegaron a la violencia física llevó a la dirección a intervenir y surgió un planteo de los propios chicos de realizar una jornada de trabajo con todos los alumnos de la escuela", señaló Ida Martínez de Adem, regente de Cultura Técnica del establecimiento.

Se apuntó la necesidad de "fortalecer la autoestima de alumnos y profesores de manera que circulen con alegría y esperanza por la institución".

En general, reza el informe, "las preocupaciones de los cursos apuntan a problemas de drogadicción, alcoholismo y embarazo adolescente". Además, surgió como elemento destacado la "falta de información de los padres" sobre los temas más acuciantes a su criterio. Según la visión de los estudiantes "este desconocimieno conduce a veces a delegar en la escuela la búsqueda de soluciones a los problemas que ellos como padres no pueden manejar".