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Sobisch fue agredido al lado del local de ATE

Cuando estaba a punto de subir al vehículo, a Sobisch le cayó encima una jarra de café que le manchó el saco.

NEUQUEN (AN)- Jorge Sobisch eligió el peor momento y el peor lugar para alterar su rutina. Ayer a la mañana visitó sin custodia a su dentista en un consultorio ubicado a poquísimos metros de la sede de ATE. Fue justo a la hora en que se organizaba la marcha de protesta de los gremios estatales. Ocurrió una agresión incalificable aunque previsible: hubo insultos, empujones, manotazos entre gremialistas y punteros del MPN, huevazos, y una jarra de café tibio derramada en el impecable saco del candidato que busca la reelección.

El episodio se produjo ayer a la mañana frente al consultorio odontológico ubicado en 9 de Julio 113, en el que al parecer Sobisch se atiende regularmente. Muy cerca de allí está la sede de ATE, donde un grupo importante de dirigentes y militantes ultimaba los detalles de la marcha que culminó después con el corte de los puentes.

Pasadas las 11 alguien advirtió la llegada del candidato a gobernador al consultorio, y la voz se corrió rápidamente. El hombre que busca la reelección estaba solo, lo cual llamó la atención porque siempre se mueve con una importante custodia de la Policía provincial que supervisa el mismísimo jefe, Juan Carlos Lezcano. Esto ya provocó la crítica de los candidatos de la oposición, que no gozan de la misma protección.

Alrededor de 30 gremialistas se concentraron frente al edificio del consultorio y comenzaron con cánticos hostiles hacia el gobernador, como "danos el aumento, la plata la tenés", y "que se tire, que se tire".

Efectivos de varias unidades se acercaron al lugar y formaron un discreto cordón. Muy cerca estaban listos para intervenir los temibles grupos especiales de la Policía, con sus ropajes negros y su arsenal de balas de goma y gases lacrimógenos.

Durante una hora y media, ambos bandos midieron fuerzas. Sobisch seguía en el interior del consultorio, mientras los dirigentes emepenistas Jorge Rey y Alberto Durán hablaban todo el tiempo por celular. Quince minutos antes de la 1 de la tarde desembarcó en la vereda del edificio una tropa de robustos punteros, y la tensión creció.

Finalmente, Sobisch salió en medio de un cordón formado por policías y punteros. La mirada altiva, el rostro serio, caminó hacia el Ford Escort que lo esperaba indiferente a los insultos, salivazos, naranjas y huevos que le arrojaban con poca puntería.

Recién cuando estaba a punto de subir al vehículo le cayó encima una jarra de café que le manchó el saco. Un policía le cubrió el cuero cabelludo con la mano, lo ayudó a agacharse y el candidato pudo entrar al auto, que dejó la escena a toda velocidad. Después de varios gritos y empujones más, que obligaron la intervención de los efectivos policiales para evitar un enfrentamiento entre ambos bandos, los militantes de ATE se fueron a la marcha y los punteros volvieron a los cuatro vehículos que los esperaban en la Plaza Güemes. Desde una esquina, el subsecretario de Acción Social, Manuel Gschwind, vigilaba todo. Es el cuarto incidente similar que ocurre en esta gestión Sobisch. En enero pasado, un grupo de mapuches lo insultó en San Martín de los Andes. A mediados de 2000 hubo forcejeos en la Casa de Gobierno. Y en enero de ese mismo año, lo agredieron otra vez en San Martín durante el traspaso del EPEN.

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