Obispos exigen un salario familiar intangible

Sostienen que no debe estar atado a si sus padres tienen empleo o no.

Reclamaron acciones para revertir la situación social en la Patagonia.

Todos los prelados del sur del país se reunieron en Viedma.

Todos los obispos de la Patagonia hicieron un diagnóstico de la situación social y reclamaron concretar los nuevos aires que se insinúan.

VIEDMA (AV)- En defensa de los niños, los obispos de la Patagonia reclamaron ayer la implementación de un salario familiar propio de los hijos, que no dependa de si el jefe de familia tiene trabajo o no.

En la segunda reunión anual, las máximas autoridades de la Iglesia de las provincias patagónicas analizaron en Viedma la situación del país, en el marco de las actividades y acciones que realizan en cada una de las diócesis a las que pertenecen.

Del encuentro participaron los obispos de Viedma, Esteban Laxague; de Neuquén, Marcelo Melani; del Alto Valle, Néstor Navarro; el emérito de esa diócesis,Pedro Pozzi; el de Bariloche, Fernando Maletti; el de Comodoro Rivadavia, Pedro Ronchino y el de Río Gallegos, Fernando Bucolini; además de sacerdotes y delegados de distintas diócesis.

La situación social de la Patagonia y la necesidad de empezar a enfrentar la pobreza con medidas concretas fueron parte del análisis de los obispos.

Sostuvieron que "si bien en el país corren nuevos aires el gobierno nacional y los provinciales tienen que comenzar a generar los pasos para que esos aires perduren".

El análisis también giró en los problemas de los deudores hipotecarios, sobre todo los casos de viviendas y tierras productivas únicas. Se evaluó la necesidad de habilitar e implementar loteos populares en las grandes ciudades, donde se generan tomas de terrenos ante carencias vitales de la población que no tiene donde vivir.

Salario universal

El sacerdote Claudio Favré-Dubois del equipo diocesano de la Pastoral Social del Alto Valle fue el encargado de detallar esta idea, enfatizando la problemática que viven los padres para con sus hijos. "Muchos de ellos han perdido su trabajo y también el derecho al salario familiar", dijo al indicar que "es el punto sobre el cual reflexionamos hoy para pedir que se reconozca el salario familiar como un derecho de los niños, es decir, que para eso se desligue el salario familiar del trabajo. Esto se justificaba cuando estábamos en una situación de pleno empleo y ahora que estamos en una de casi desempleo vemos que el jefe de hogar que pierde su trabajo automáticamente pierde el salario como si se lo castigara a él a través de sus hijos".

Consideró que es necesario "desligar el salario familiar de la cuestión del trabajo y ligarlo como derecho de los niños", además "eso sería reconocer la preocupación, la fuerza, la creatividad de tantos padres y madres de familia que gastan su vida para que sus hijos pueden tener una vida digna con sus derechos reconocidos. Sería reconocer su protagonismo en esta cuestión del porvenir de los niños".

Esta instancia que abre la Iglesia patagónica tiende a que "se reconozca ese salario como derecho de los niños y que posibilite que sus padres puedan responder a las necesidades de sus hijos como sabemos que lo quieren hacer y muchas veces no pueden para atender sus necesidades básicas". Por su parte José Luis Savanco delegado de la diócesis de Neuquén, añadió que con esta instancia se trata de rescatar el valor del niño y de su familia e indicó que "esta es una medida concreta en la que se empezó a trabajar como una idea. Otras medidas tienen que ver con temas que ya funcionan y que otros sectores impulsan".

Esteban Laxague se reintegró a sus actividades

VIEDMA (AV).- Con su participación en este encuentro de obispos, Esteban Laxague, se reintegró a sus actividades.

El herpes popularmente conocido como "la culebrilla" que le afectó el nervio óptico, obligó al obispo de Viedma a mantenerse durante los últimos cuatro meses alejado de la conducción de la diócesis de esta capital.

Ayer se lo observó contento y bien de ánimo. Fue uno de los más requeridos por la prensa local, a tal punto que a coro los otros obispos reclamaron su presencia para reunirse todos en una toma fotográfica a pedido de los reporteros gráficos.

"Contento vuelvo a Viedma y de a poquito quiero retomar mi tarea", dijo Laxague a quien el obispo emérito del Alto Valle, Pedro Pozzi, reemplazó en varias oportunidades "Si bien no he estado físicamente, en estos meses he tenido muy presente cada localidad que tuve la suerte de visitar en mis cinco primeros meses que estuve en la diócesis".

Poco a poco

Puntualizó que "muchas veces recordé personas, rostros, parajes, situaciones difíciles, agradables y ahora estoy de nuevo en Viedma y poco a poco retomando mi trabajo. Despacito para no volver para atrás".

Explicó que su médico le recomendó que "hasta que no esté bien de salud debo comenzar de a poco".

Laxague evaluó como positivo y enriquecedor el segundo encuentro de obispos patagónicos realizado ayer en esta capital y anticipó que el análisis de cada uno de los temas continuará ahora en el ámbito de la Vicaría de la Fraternidad que es el órgano que en la diócesis de Viedma nuclea las distintas pastorales que estudian los temas sociales.