Viedma se prepara para viajar otra vez en el histórico "Currú Leuvú"

VIEDMA (AV)- El catamarán "Currú Leuvú", una imponente nave que desde 1975 surcó las aguas del río Negro brindando paseos turísticos, se prepara para zarpar nuevamente luego de varios años de abandono. La presentación oficial se concretará el domingo 5 de octubre próximo.

La semana próxima será botada extraoficialmente y retirada del dique seco de la Prefectura Naval en que se encuentra desde 1999, cuando un privado dejó de prestar el servicio y el municipio, que no tenía fondos para repararlo, lo depositó allí. En ese lapso que quedó varado estuvo sujeto al vandalismo de extraños, más cierto deterioro en que lo dejó el inversor privado que lo explotó a mediados de la década del '90.

El traslado servirá para probarle los dos motores recientemente rectificados y llevarlo junto al muelle de lanchas ubicado en Patagones con el propósito de terminar algunos detalles como el pintado interior.

Uno de los impulsores de la reactivación, Fernando Campisi, explicó que "lo queremos reinaugurar ese día porque es el Día del Camino" tomando en cuenta que uno de los organismos que apoyó fuertemente la iniciativa fue la empresa Vial Rionegrina (Viarse).

Indicó que la parte de abajo, donde están instalados los pontones, "está concluida" y sólo resta "verificar el buen funcionamiento de los motores, pintar y concluir las instalaciones internas". El grupo de trabajo que encabeza Campisi junto al palista Miguel Roa está diagramando las prestaciones inminentes que pasará a cumplir la nave. Esto consiste en retomar las excursiones río abajo hasta la isla "La Paloma" y recorrer las islas ubicadas remontando el curso de agua.

También se podrán contratar los servicios para excursiones especiales y reactivar las travesías de pesca hacia la desembocadura del río como para atraer nuevos contingentes turísticos.

Los responsables del emprendimiento recibieron un subsidio de 10.000 pesos por parte de la Secretaría de Turismo de la Nación. Por medio de ese apoyo inicial se lograron reparar por primera vez en forma integral los pontones de la nave de 22 metros de eslora, adquirir hélices, reciclar los dos motores diesel y la cabina que tiene una capacidad para transportar a 120 personas.

El grupo de trabajo lleva invertidos unos 8.000 pesos, las reparaciones tendrán un costo final de 60.000 pesos y, según un tasador naval de Buenos Aires, toda la inversión en la nave -fabricada en el Tigre en 1975 por encargo del gobierno rionegrino- será de unos 800.000 pesos.