La semana en Roca

Para oídos expertos

Un zumbido. Un ruido desde un sector escondido Constante. Perturbador. Algo fuera de punto antes de salir a todo o nada.

La tranquilidad no supera al nerviosismo en el radicalismo roquense, a 44 días de las elecciones municipales.

Desde las horas previas al 31 de agosto hasta ayer, las decisiones de los principales dirigentes transitan entre la militancia añadidas a comentarios, cuestionamientos y análisis personales.

Poco quedó del verticalismo otrora ejercido por la elite radical. El magro papel en los comicios provinciales llegó con una implícita convicción para debatir y desafiar cualquier mandato en las primeras y segundas líneas.

Todos opinan. Hacia adentro y afuera. Y estas últimas expresiones hacen ver al conjunto de los extrapartidarios que esa estructura sólida de los últimos 20 años cruje por estos días en "el pago chico".

En esta dirección, puede decirse que los discursos antes y después del último domingo de agosto aportan una buena cuota en la inclinación anti-radical de muchos vecinos de Roca.

Recordando las palabras del gobernador Pablo Verani en el acto de cierre de campaña, cientos se plantearon qué es más "desleal": no sentir la presión de votar a quien ejecutó la obligatoria obra pública o adherir a la desidia en las responsabilidades indelegables del Estado. Votaron a la oposición.

Sumada la calificación de "desagradecidos" propinada a los roquenses por el gobernador Pablo Verani, el camino hacia el 26 de octubre no comenzó con el pie derecho para los correligionarios de la ciudad.

Ahora bien, que muy pocos independientes se animen a decir hoy que simpatizan con la UCR no es más que una reacción ante la falta de consensos internos.

Ocurre que en el trayecto hacia las urnas de octubre, en el partido se discute poder y no pocos asumen voz y voto.

Así las cosas, entre el dilema de "desartorizar" o no la imagen del partido, el remedio que intentaron aplicar el gobernador Verani y el mandatario electo, Miguel Saiz, tampoco produjo el efecto esperado.

"Yo estaba creído que la candidatura de "Goyo" iba a caer bien, pero en el centro y los barrios se nota alguna resistencia", confió el sábado un cercano allegado a Saiz sobre Jorge Martínez, el candidato del veranismo.

La misma antipatía ante la postulación del ex presidente del Concejo Deliberante demostró Roberto Fieg, que negándose a integrar la fórmula junto al titular de la AVGR echó combustible a la encendida puja puertas adentro.

Una pelea que aparece hoy con destino de internas, para las cuales ya hay colores reservados y sectores decididos a participar. Hasta hoy a las 24 hay plazo para cerrar listas. Allí se conocerá quién es quién y si los afiliados deben votar el próximo domingo para legitimar aspiraciones.

¿Y la oposición?

En todos los partidos se debate la mejor estrategia para aprovechar el desorientado rumbo del radicalismo.

Sin embargo, acciones y verbo no coinciden.

Principalmente en el PJ. Su dirigencia admite que si no aparecen adhesiones de otras fuerzas habrá dificultades para repetir o mejorar el caudal de votos obtenidos para los comicios provinciales Tal es la convicción de que solos no pueden vencer a la UCR que el precandidato Alejandro Gorsky ratificó su intención de aliarse a "Unidos por Roca" (coalición entre el MARA y Encuentro por los Rionegrinos).

Claro, afirma esto mientras se prepara para las internas del próximo domingo, sabiendo de las heridas que estos procesos provocan.

Por su parte, hacia fines de la semana aparecieron las definiciones en Participación Vecinal, a través del novedoso método -para la ciudad- de la elección por nominaciones. El hombre: Roberto Zgaib.

De esa manera cerró una semana con mucho ruido en la carrera por la intendencia de Roca.

Los boxes de la UCR acaparan la atención Todo es cuestión de oídos expertos.

Unos pueden encontrar la falla y mejorar.

El resto puede darse cuenta dónde está la falencia y explotarla al máximo para quedarse con todo.

Hugo Alonso

halonso@rionegro.com.ar