Bariloche, sin tierras para radicar industrias

El 70 % del Parque Industrial está ocupado por viviendas familiares.

Funcionarios admitieron que la demanda superó la planificación.

"Bariloche expulsa a inversores", aseguran los empresarios.

Un duro debate entre ediles, funcionarios y empresarios reafirmó la sensación de que el Parque Industrial ya cuenta con acta de defunción.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El proyecto para trasladar a los ocupantes de la barda del arroyo Ñireco volvió a desnudar la falta de planificación de la ciudad, cuyos códigos urbanísticos no contemplan a las industrias ni a los pobres.

El áspero diálogo sostenido ayer entre concejales, funcionarios del Ejecutivo y los empresarios que denunciaron "invasión" de la reserva fabril dio paso a una revisión más profunda del proyecto, pero reafirmó la sensación de que el Parque Industrial ya cuenta con acta de defunción.

Durante el encuentro, el director de Obras por Contrato, Oscar De Paz, reconoció que "el 70 por ciento de los lotes del Parque Industrial están ocupados por viviendas familiares".

Ediles y funcionarios admitieron que la demanda habitacional superó toda planificación y que hasta el momento no se tomaron las previsiones del caso para la reubicación de la actividad fabril ni el desarrollo de barrios de interés social.

Industrias limpias

La reserva industrial fue creada en la década del 80 para erradicar del casco urbano los emprendimientos productivos que colisionaba con la actividad turística y generar las condiciones para la radicación de industrias limpias que permitieran diversificar la economía de la ciudad.

La falta de servicios de las parcelas ubicadas en el sudeste del ejido urbano y las fuertes restricciones normativas desalentaron en forma sistemática la instalación de las distintas empresas El caso más emblemático es el de Petroplastic que, luego de trajinar sin suerte las oficinas del municipio local, se radicó en Junín de los Andes.

Los empresarios Gerardo Waldelich y Alberto Crespo advirtieron que esta falta de reglas claras expulsa a cualquier inversor bien intencionado y limita la creación de nuevas fuentes de empleo "Quién va a querer inverti en una ciudad donde las condiciones cambian permanentemente", preguntó Waldelich a las autoridades presentes que no alcanzaron a articular una respuesta.

"Yo fui el primero en poner un ladrillo en el parque industrial cuando no había calles ni luz ni agua, llevamos los servicios al lugar que se llenó de viviendas y, a este paso, no vamos a tener que ir", denunció el empresario.

El loteo social proyectado ocupa un 80 por ciento de la parcela fiscal reservada para "franja de amortiguación" entre la zona industrial los barrios circundantes mediante la ordenanza 003 que permitió la construcción del barrio Covigast en 1992.

El subsecretario de Planeamiento, Eduardo Reddy, justificó la afectación de la reserva apelando al código de Planeamiento de 1995 que "cambio la visión urbanística para esa área" superponiéndose a la ordenanza que continúa vigente.

El funcionario le dio la razón a los empresarios pero contrapesó el reclamo asegurando que "los barrios de interés social tampoco están contemplados, no existen los pobres en el código de planeamiento".

El sinceramiento no aplacó la inquietud de los empresarios que no descartan el inicio de acciones judiciales "No existe planificación seria, vamos emparchando (las normas) cada cinco años y así tenemos la ciudad que tenemos", se quejó Waldelich, quien aseguró con amargura que "si yo pudiera llevarme los ladrillos que tengo ahí pegados, ponele la firma que no estaría acá".