Denuncian irregularidades en planes sociales

Lo revela un minucioso informe realizado por la Auditoría General de la Nación sobre los datos consignados en el 2001. Se cuestiona la falta de reglas claras para destinar asistencia a los sectores carenciados en Río Negro. Alcanza con sus críticas al desmanejo provincial de los últimos años sobre los fondos del Fonavi y sostiene que el IPPV debería "mejorar el archivo de documentación, el control de contratistas y el destino de las viviendas".

El informe de la Auditoría General denuncia irregularidades en el destino de las viviendas construidas con fondos del Fonavi.

BUENOS AIRES (ABA) . - Irregularidades, cuestionamien-tos a deficiencias burocráticas y contables, así como críticas a los criterios de adjudicación; son algunas de las duras observaciones que la Auditoría General de la Nación difundió ayer acerca de cómo maneja los fondos sociales el gobierno de la provincia de Río Negro.

Si bien los datos corresponden al 2001, es el último informe del mencionado organismo de contralor en el que la administración encabezada por Pablo Verani no sale bien parada.

Los programas que estuvieron bajo la lupa (en el extenso trabajo suscrito por el propio presidente del organismo central, Leandro Despouy) son: el de Promoción Social Nutricional (Prosonu) el de Políticas Sociales Comunitarias (Prosoco), el Programa Nutricional Unico Rionegrino (Pronur) y los fondos asignados por el Fonavi para la vivienda.

En falta

 En relación con los planes nutricionales, se detallan alarman-tes deficiencias burocráticas como falta de remitos relacionados con varias facturas (se citan los números de expedien-tes), resoluciones sin número, sin fecha, sin folios o refoliadas Se cita como ejemplo una resolución de cinco años atrás en la que se asignaron 100.000 pesos a distintas delegaciones de los cua-les 5.000 se derivaron a la Delegación Sur, no habiéndose constatado en los extractos bancarios, ni en el libro banco la emisión del cheque correspondiente.

En cuanto al subprograma PEÑI (de rehabilitación materno infantil) se advirtieron oscilaciones que evidencian problemas de recepción como "incluir población normal como desnutrida, o medir mal el grado de recuperación de la población en riesgo".

También se señala que en el caso del Pronur no se contaba con un diagnóstico socioeconómico y nutricional actualizado, que permitiera ajustar los indicadores para medir la población en condición de riesgo.

En concreto, se señala que la provincia "no cuenta con criterios, ni normas, para efectuar reasignación de raciones de acuerdo al riesgo social".

Además, añade que si bien el programa realiza mediciones antropométricas "no cuenta con capacidad para sistematizar la información revelada".

Falta de registros

El documento va más allá, al subrayar sobre la gestión provincial que "no se pudo comprobar un trabajo conjunto de las áreas de Salud y Acción Social".

Sobre esta última área, describe que la Secretaría de Acción Social "no dispone de un registro de beneficiarios y/o prestaciones unificado por localidad, que permita calcular al cobertura provincial y ejercer un control adecuado del programa en los municipios".

En tal sentido, se precisa que el sistema provincial de información; evaluación y monitoreo del Programa Siempro (que cuenta con un cálculo de hogares en situación de riesgo social), no contaba al momento de la auditoría con un "campo específico" para cruzar las prestaciones de los diversos programas con sus respectivos beneficiarios.

La desprolijidad -según el análisis en cuestión- alcanza suma gravedad en los planes para chicos con problemas alimentarios. "No hay normas nutricio

nales, no se incluyen metas específicas de calorías a ser suministradas de acuerdo a los diferentes grupos", se destaca. Más en profundidad, se alude a una "baja rotación de menúes, predominando la pastas".

Uno de los aspectos que se pone de relieve en el informe es que el índice de NBI (Necesida-des Básicas Insatisfechas) del Indec, resulta insuficiente si no se toman en cuenta los de mortalidad infantil o déficit de talla.

Por último en cuanto al Prani (que abarca a chicos de 2 a 14 a-ños) se advierte sobre una deficiente distribución: "mientras los alimentos deben llegar desde el Ministerio de Desarrollo Social y Medio Ambiente a un mes de recibidos los fondos "este objetivo no se cumplió, limitándose el impacto nutricional", se indica con dureza.

Igual el FONAVI

 En relación con los fondos para viviendas, el informe de la Auditoria detectó una "merma en la recuperación de los montos invertidos (de las cuotas) que puede afectar la aplicación de esos fondos a emprendimientos futuros".

También se explicita que el Instituto Provincial de la Vivien-da "debería mejorar el archivo de la documentación, el control de los contratistas y el verdadero destino de las viviendas" Asimismo, se hace referencia a una alta morosidad en la entrega de las obras.