Lula comenzó una significativa gira por Cuba

Fue recibido por Fidel y firmó varios acuerdos.

Defendió incluir a la isla en los planes de integración.

El presidente brasileño sostuvo que "no es su tarea opinar de la política interna" de Cuba, al ser consultado sobre los disidentes.

LA HABANA (AFP) - El presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva arribó ayer a Cuba en una breve visita de dos días para dialogar con su viejo amigo Fidel Castro, cuyo gobierno soporta una dura crisis económica, e impulsar las relaciones comerciales entre ambos países El ex dirigente sindical y actual mandatario del mayor país sudamericano fue recibido calurosamente por Castro en el aeropuerto de La Habana, donde llegó a la tarde, procedente de México, acompañado por varios de sus ministros y casi un centenar de empresarios Vestido con su tradicional uniforme de combate verde olivo, Castro abrazó a Lula al pie de la escalerilla del avión que lo trajo a la isla y, tras un breve intercambio personal de palabras y sin ceremonias de protocolo, abordaron un automóvil que los esperaba en la pista de la terminal aérea Ambos jefes de Estado, que mantienen una relación de amistad de más de veinte años, tienen previsto mantener dos reuniones privadas con "agenda abierta", pero en la que los temas económicos, comerciales y de emprendimientos conjuntos ocuparán un sitial de privilegio, según portavoces diplomáticos brasileños.

En horas de la tarde, Castro y Lula suscribirán una serie de acuerdos en áreas de turismo, explotación petrolera y colaboración, cuyos contenidos no han sido difundidos con antelación por ninguna de las dos partes También estudiarán la reestructura de una deuda de 40 millones de dólares que la isla mantiene con Brasil, la cual posiblemente sea abonada mediante exportaciones cubanas que sean de interés de la nación sudamericana, dijo el embajador brasileño en La Habana, Tilden Santiago El intercambio comercial entre los dos países fue de 88 millones de dólares en 2002, con ventas brasileñas por 74 millones y exportaciones cubanas por 14 millones, una cifra muy exigua para las posibilidades de negocios que pueden explotarse en conjunto, añadió el diplomático Entre los campos más prometedores para un emprendimiento mixto figura el sector petrolero, para lo cual la firmas estatales Petrobras y Cupet suscribieron el mes pasado un protocolo de intención, que abriría las puertas a la exploración, explotación y refinado de crudo en la isla a la poderosa empresa brasileña Pero la visita de Lula, que se extenderá hasta la tarde de este sábado, tiene además un alto significado político, en especial para el gobierno comunista de Castro, sometido al embargo económico estadounidense desde hace más de cuatro décadas y enfrentado actualmente con la Unión Europea, su mayor aliado comercial El presidente brasileño, que asumió un nuevo liderazgo en la región al impulsar la integración latinoamericana e intentar unir a los países en vías de desarrollo en sus demandas de liberalizar el comercio agrícola mundial, puede tender la mano a su viejo amigo Castro y evitar que Cuba quede marginada de esos objetivos. "No podemos dejar a Cuba fuera de esa integración en momentos en que las presiones externas sobre ella son muy fuertes. Por eso la presencia de Lula aquí es muy significativa", precisó Santiago.

Las expectativas que la visita del mandatario brasileño generó en la disidencia cubana, algunos intelectuales y políticos del exterior, que pidieron a Lula que abogara por los derechos humanos en la isla y solicitara la liberación de cientos de opositores presos, quedó frustrada por su negativa a abordar el tema. En declaraciones efectuadas la víspera en México, Lula dejó en claro que tiene "muchos problemas en Brasil, y ni yo ni ningún jefe de Estado que se respete puede llegar a un país dictando reglas sobre la política" interna.