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Mientras que Ibarretxe está convencido de que su propuesta llevará al final de las acciones violentas de ETA -"va a contribuir decisivamente a expulsar a ETA de nuestras vidas", dijo-, la oposición "españolista" en el País Vasco sostiene exactamente lo contrario y considera al plan "un balón de oxígeno" para el grupo armado.

El portavoz del gobierno central, Eduardo Zaplana, advirtió que el Ejecutivo de José María Aznar recurrirá por la vía contencioso- administrativa y ante el Tribunal Constitucional todos los planteamientos del "Plan Ibarretxe" que pudieran desbordar el ámbito de la Carta Magna "La pretensión del plan es un imposible jurídico tanto en España como en Europa", enfatizó Zaplana, quien anunció la "oposición rotunda" del gobierno a la propuesta, que calificó de "claramente secesionista".

Para el delegado del gobierno en el País Vasco, Enrique Villar, la iniciativa de Ibarretxe es una locura. "Nos ha tomado por tontos. Su exposición es más de psiquiátrico que de asamblea política y es más obra de un ayatollah que de un político", manifestó Por su parte, el portavoz del Partido Socialista Español (PSOE) en el País Vasco, Roberto Ares, expresó un rechazo al proyecto Ibarretxe tan frontal como el del gobierno de Aznar. El vocero del PSOE -filial vasca del mayor partido de la oposición en España- sostuvo que el proyecto es "irresponsable y temerario porque va a meter al País Vasco en un callejón sin salida" En el otro extremo del arco político vasco, el vocero de Sozialista Aberzaleak, Arnaldo Otegi, formuló objeciones al plan porque lo consideró parcial y partidista y estimó que no solucionará el conflicto, pero se mostró dispuesto a la negociación. Según el diario Gara, vocero de esa fuerza, Otegi mencionó varios puntos para alcanzar un acuerdo. (DPA-AFP)

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