El empleo fue el eje final del precoloquio de IDEA

Ayer, en la jornada del cierre del precoloquio, la temática fue "La realidad social y la creación de empleo". No pudo asistir al encuentro el titular de Trabajo de la Nación, Carlos Tomada. Analizaron las posibilidades de crecimiento de la demanda de mano de obra en el actual escenario.

El precoloquio tuvo algunos ausentes de importancia, pero los temas igual estuvieron en la mesa.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- "En el corto y el mediano plazo lo que ocurra en el empleo va a depender de lo que ocurra en la renegociación de la deuda", sostuvo ayer Ernesto Kritz, director ejecutivo de SEL Consultores.

Esta fue una de las reflexiones concluyentes de la mesa sobre "La realidad social y la creación de empleo" que abrió la segunda jornada del precoloquio patagónico de IDEA, a la que no pudo asistir el ministro nacional de Trabajo, Carlos Tomada.

Kritz compartió el espacio y algunas de las interpretaciones sobre la realidad laboral nacional con el director de FIEL, Juan Luis Bour, y el economista Marcelo Lazcano.

"Con la meta de crecimiento del 4 por ciento fijada (por el gobierno) en el acuerdo alcanzado con el FMI no vamos a resolver los problemas de desocupación" afirmó el consultor, quien ató las posibilidades de incrementar la generación de empleo a la captación de inversiones que logre el país en los próximos años.

De acuerdo a las proyecciones trazadas, sólo un índice de crecimiento superior al 6 por ciento le permitiría al país bajar el nivel de desempleo a un dígito (8,1 por ciento) en lo que resta de la década.

Los panelistas coincidieron en que la evolución económica del país exhibe la "posibilidad cierta" de sostener una tasa de crecimiento del seis por ciento durante el próximo año, pero advirtieron que sin inversiones no será sustentable en el tiempo. "Sin inversión ninguna otra cosa que se haga sirve para resolver el problema del empleo", sentenció Kritz.

Bour, por su parte, instó a autoridades y empresarios a saldar la asignatura pendiente en materia de política laboral generando "concensos para diseñar un sistema que maximice la creación de empleo y que, en el largo plazo, evite la volatilidad" del mismo.

En tal sentido apuntó la obligación del gobierno de "mejorar las normas generales y rediseñar los planes asistenciales, para que tiendan a desaparecer" dando paso la reinserción de sus beneficiarios en el mercado laboral.

En su receta para recuperar el crecimiento del empleo, el director de Fiel aconsejó evitar la centralización y la rigidez regulatoria y "legislar en forma creíble" las contribuciones laborales.

En el reparto de responsabilidades hizo una lectura crítica del desempeño del empresariado al sostener que "tampoco cumplieron con su rol de mejorar el sistema de empleo, algo hicimos mal si en diez años no pudimos revertir el deterioro" del mercado laboral.

Lazcano profundizó en los motivos culturales que dieron lugar a la fenomenal crisis socioeconómica de fines de 2001 y -reciclando la reflexión de Santiago Kovadloff- sos

tuvo que "la eficiencia ha carecido de ideales" porque "no tuvimos ni tenemos sentido de pertenencia a una gran nación". El economista reclamó una política de desarrollo basada en un programa nacional integral, "donde entre el empleo, la pobreza, la inversión y el rol del empresariado" al que instó a "asumir riesgos".

Apoyado en comparaciones estadísticas de los últimos cien años que señalan que el PBI brasileño creció ocho veces, el chileno se quintuplicó y el argentino no se incrementó menos de dos veces, Lazcano enfatizó que "hemos perdido un siglo, pero lo peor es que tuvimos las advertencias y no le prestamos atención".