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Pese a la ola de críticas, Bush no cede poder en Ira

Análisis

Gestos conciliadores, con un ojo en las urnas

Los jefes de Estado escucharon atentamente en la Asamblea de las Naciones Unidas el enérgico llamado de Kofi Annan a defender el férreo principio de la ONU de la seguridad colectiva frente a incursiones militares individuales como la guerra de Irak. Sin embargo, en sus conversaciones al margen del debate general saltaron rápidamente hacia la política cotidiana.

Para muchos es más relevante una solución al problema de Irak que una discusión de principio sobre la actualidad de la Carta de las Naciones Unidas. Y allí puso también el acento sin dudar el presidente estadounidense, George W. Bush Los reproches de Annan fueron rechazados con alusiones a los nuevos peligros del mundo actual. "Para Annan se trataba de la defensa del orden mundial, como lo establece la Carta", afirmó un diplomático occidental de alto rango de Naciones Unidas. En cambio, "Bush tiene en la mira sus chances electorales", apuntó De acuerdo con un nuevo sondeo, la popularidad del presidente descendió tanto que actualmente se encuentra por detrás del aspirante a la candidatura demócrata Wesley Clark, ex comandante de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y un crítico de la guerra en Irak.

Cada vez más estadounidenses se preguntan con impaciencia cuándo habrá finalmente paz y seguridad en el país del Golfo Pérsico, cuándo retornarán los soldados a casa y cuántos miles de millones de dólares deberán fluir hacia Irak "Estaba claro que Bush iba a mostrarse como el hombre fuerte y no iba a pedirle disculpas a las Naciones Unidas", explicó un embajador ante la ONU. "De todas maneras, hubo tonos conciliadores, porque para los estadounidenses es cada vez más importante el alivio a partir de una nueva resolución sobre Irak", añadió La administración Bush espera unos 20.000 soldados extranjeros así como ayuda financiera de entre 40.000 y 50.000 millones de dólares en el caso que el Consejo de Seguridad apruebe en una resolución a la intervención de una tropa multinacional y también convoque a participar en la reconstrucción de Irak A diferencia de los duros enfrentamientos por una resolución sobre la guerra de Irak, prácticamente nadie duda que la resolución para la estabilización y la reconstrucción de Irak será aprobada antes o después Incluso el más manifiesto rival de Bush, el presidente francés Jacques Chirac, no mencionó en esta ocasión su anterior exigencia para que las fuerzas de ocupación entreguen el poder a los iraquíes en un plazo de pocos meses, y reclamó solamente un "cronograma realista" Y también Kofi Annan, quien teme por la supervivencia política de la organización internacional, tendió un puente: la estabilidad en Irak es finalmente de "gran importancia" para todo el mundo, manifestó. Asimismo se recibió con alivio en las Naciones Unidas que Bush no aludiera a nuevos objetivos de guerra y no volviera a su retórica sobre el "eje del mal" integrado por Irak, Irán y Corea del Norte, y manifestara en forma muy general coincidencia con las metas de la organización. (DPA)

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