Miércoles 24 de setiembre de 2003

Carrillo asume en Defensa Civil

ROCA (AR).- Defensa Civil tiene nuevas caras en Roca. La coordinación que hasta hace un mes mantenía al frente a Enid Maldonado quedó a cargo de Manuel Carrillo desde las últimas horas.

La designación corresponde al resultado del concurso realizado hace unos 20 días y para el cual se presentaron tres aspirantes.

En esa compulsa resultó ganador un empleado que se desempeñaba en otra dependencia, pero al cabo de unos días en el cargo renunció De acuerdo a lo explicado por fuentes del municipio, las funciones de la dependencia no eran las esperadas por el trabajador, que decidió dejar paso al resto de los que compitieron en el examen de aptitud.

En consecuencia, la titularidad en el organismo quedó para Carrillo, quien trabaja desde hace años en la secretaría de Obras Públicas y mantenía grandes expectativas por hacerse cargo de Defensa Civil Carrillo es también integrante de la Fundación Ninquihue y otros grupos relacionados con la ayuda social, por lo cual pretendía ocupar un espacio similar dentro del municipio.

El tercer lugar en el concurso quedó para Maldonado, que seguirá entonces como empleada de la comuna, pero sin la responsabilidad mayor en las acciones de Defensa Civil. La posibilidad de obtener un cargo jerárquico a través de un examen generó expectativas en otras dependencias de la comuna roquense. En reiteradas oportunidades el Ejecutivo anunció la realización de concursos para el pase a planta de contratados y el ascenso de los ya incorporados.

Radicales de Roca se relamen

La actual dispersión de fuerzas le facilita las cosas al radicalismo local

Y si no se animan a destapar panzonas botellas de alcohol y festejar, es por un acto de delicadeza con ellos mismos: no quieren embriagarse antes del momento en que el embriagarse vale el doble. O sea, el momento del triunfo.

Y el relamido tiene su fundamento: Con la actual dispersión de fuerzas de la oposición, tienen atada la elección comunal del 31 de agosto.

Porque en Roca se está a punto de ratificar la vigencia de una legendaria patología que padece la política rionegrina a escala provincial y que afecta a la oposición: deslindar todo intento de unidad en procura de derrocar al oficialismo En esta provincia, la oposición es como esa especie de tiburones que buscan lo que altera la percepción.

Entonces suelen meterse en cuevas o suaves fosas marinas. Ahí encuentran turbulencias y agujas que les destrozan su áspera piel, y los devuelven nerviosos y débiles. De ahí a la decadencia de poder del tiburón, no media nada. Hasta las mojarritas le marcan la cancha a esos tiburones. Y con buenos resultados.

En una palabra: la oposición política rionegrina suele sentir una especie de seducción por perder.

La más elemental de las lecturas dice hoy que el radicalismo de Roca tiene limado su poder. Ya no es el núcleo vigoroso de acción y cosecha de lealtades que fue desde su máxima dirigencia al último de sus militantes. La elección para gobernador, donde ganó por 600 sufragios, ratifica el diagnóstico.

Lleva incluso un candidato a intendente -Jorge Martínez -, que ofrece muchas dificultades hacia adentro y fuera del partido, como para definirlo como lo adecuado para el cargo. Es un hombre conocido y sin duda bien intencionado para con la ciudad que lo vio nacer. Su experiencia en el manejo de organizaciones ofrecen reparos en cuantos estilos y forma de ejercer el poder y como generador de ideas. En ese camino, los resultados son muy desiguales.

Pero para el espacio de poder que ahora lo quiere el radicalismo, es un hombre con vigencia de limitaciones.

Un caso : Vislumbra -y así lo ha confesado -, la gestión de un intendente más como el resultado de la voluntad, que de un ejercicio más amplio de deducción y acción. Es decir, un trámite intelectual que lleve a la conclusión que los problemas de Roca no se resuelven con más barredoras y más espacios verdes.

La propia lista de concejales que acompaña a Jorge Martínez ofrece dudas sobre la calidad de reflexión y acción que puedan tener como conjunto. Por algo, el gobernador electo Miguel Saiz, se apartó de su armado.

Porque cuando vio cómo venían los tantos, desmanteló la idea de situar en esa lista a gente prestigiada de la ciudad. "No te conviene", fue la consigna".

Pero ahora, en carrera para la comuna, emerge un elemento adicional destinado a jugar a favor de Jorge Martínez: el masivo respaldo que le brindará el gobierno provincial a su candidatura.

¿Qué hay enfrente?

Un peronismo que se cargó rápidamente de tensiones ni bien había comenzado a gozar de la buena elección que hizo aquí el 31 de agosto. La interna del domingo para intendente tiene ese sabor. El peronismo roquense no fue capaz de sentarse a reflexionar sobre el capital de votos logrado el 31 de agosto. Y de analizar en conjunto cómo procurar aprovecharlo. Creyó en la eternidad de ese respaldo. Y se largó a la interna.

Y entonces, con la candidatura de Carlos Soria quedó podada toda posibilidad de unir a la oposición Resistido por formas y estilos de hacer política -características que sin embargo no limaron su imagen a la hora de votarse para gobernador -, aquí no genera ninguna adhesión por parte de las otras fuerzas políticas que pelearán la intendencia.

Unidos por Roca – convergencia Frente Grande / MARA -, no quiere saber nada con Soria. La apuesta de Unidos era que la interna peronista la ganara Alejandro Gorsky. Con él, entregaban armas, bagajes y la candidatura a intendente que hoy tiene Hugo Beneitez Carlos Soria fundó su candidatura en un hecho poco creíble: "me lo pidieron".

Por supuesto que tenía todo derecho de presentarse. Nadie discute esa legitimidad.

Pero el tema es otro: ¿No debió quizá ponderar que con el poder logrado el 31 de agosto debió apartarse de la lucha por una candidatura que nunca sintió a lo largo de su carrera política, y desde ahí cohesionar al peronismo en procura de un perfil que genere expectativas en otras fuerzas?. ¿Cómo un hombre de sólida performance en cuestiones nacionales de trascendencia – el Caso AMIA no se hubiese dilucidado en grandes tramos sino fue por la comisión que lideró Soria- , pudo enroscarse en la lucha por la comuna?. ¿Cómo no percibió que la buena elección para gobernador lo dejaba con la suficiente cuota de poder para liderar la segunda fuerza opositora de la provincia, y sin embargo corre el riesgo de perderlo todo en las urnas comunales?

Pero no, Soria reaccionó de las vísceras. Fue en procura de más combate. No se apartó de todo intento de interpretar su momento político desde otra atalaya El caso del MARA y el Frente Grande también es llamativo. Se buscan y aman ahora con frenesí para luchar juntos por la comuna. Un ir muy incierto, dado que está abierta la posibilidad de que aquí la elección vuelva a polarizarse Y se aman y buscan ahora, cuando perdieron la oportunidad de quedarse con un tercio del electorado en las elecciones generales.

En sus papeles figuran un buen desempeño en las elecciones de Roca. Sino no lo logran, el producto de esta convergencia arranca con muchas dificultades. Especialmente por el lado del MARA, donde la desbandada de dirigentes y el poco tesón que ponen otros, huele mal.

El resto de los partidos anotados para las urnas del 26 de octubre -Participación Vecinal y Partido Humanista-, están imbuidos de tantas exigencias principistas, que la palabra alianza se les torna agresiva.

En fin, los radicales rechochos...

Carlos Torrengo

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