La cumbre indigna a Italia y España

Sólo se reunirán Francia, Gran Bretaña y Alemania

MADRID/ROMA (DPA).- Oficialmente no ha habido quejas. Pero entre bambalinas, la decisión de no invitar ni a españoles ni a italianos a la cumbre del sábado en Berlín parece haber provocado un cierto enfado en Madrid y Roma, aunque sus gobiernos no quieran admitirlo.

El canciller alemán, Gerhard Schroeder, y el presidente de Francia, Jacques Chirac, se reunirán el sábado en la cancillería de Berlín con el primer ministro británico, Tony Blair, para tratar de dirimir sus diferencias sobre el conflicto de Irak.

A juicio de comentaristas españoles e italianos, había buenos motivos para invitar también a José María Aznar y a Silvio Berlusconi. España ha sido uno de los principales aliados de Estados Unidos en la guerra contra Irak y además es uno de los miembros no permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU Italia ocupa este semestre la presidencia rotatoria de la Unión europea. "Italia ha sido excluida de la minicumbre", se quejaba ayer el diario romano "La Repubblica", que considera que esto es una señal de que la importancia de Italia se está reduciendo. Otros rotativos comparten esta opinión.

En realidad, a nadie se le ocurrió invitar a Italia, asegura "La Stampa" en un tono casi resignado. El "Corriere della Sera" considera la no invitación como una consecuencia de la mala presidencia italiana de la UE. Italia debería haber adoptado hace tiempo un papel de mediador para lograr en la cuestión de Irak una postura común europea, subraya el periódico.

En España, la no invitación de Aznar a Berlín es considerada como un "castigo" de Schroeder y Chirac. "Aznar aisló a España de los socios que verdaderamente necesita", afirmó ayer "El Periódico de Catalunya". "El presidente del Gobierno ha convertido en irrelevante la voz de España en el mundo porque ésta se limita a repetir dócilmente las consignas de Estados Unidos", agrega.