Marketing nacional para Verani

Buscan llevarlo al timón nacional de la UCR para tenerlo lejos de Saiz. Nosiglia, Pascual y Sartor dibujan estrategias para lograr el objetivo.

Cautelosa pero laboriosa. Así diseña y ejecuta por estos días el radicalismo rionegrino una operación política destinada a proyectar al gobernador Pablo Verani a la presidencia del Comité Central nacional de la fuerza.

En medios oficialistas se considera que ese espacio partidario bien constituiría un reconocimiento a la trayectoria del rionegrino en lo concerniente a mantener en la provincia al radicalismo en el poder.

Pero también se acepta que, de lograrse el objetivo, implicaría un singular alivio en materia de maniobrabilidad para el futuro gobernador, Miguel Saiz.

Desde hace días, dirigentes radicales trabajan para la presidencia de Verani en el radicalismo nacional. Una tarea constante que se ejecuta vía la amplia gama de agendas que tienen varios timones del oficialismo como medio de vinculación con dirigentes nacionales de la fuerza.

El Comité Central renovará su conducción en noviembre. Hay quienes advierten que el actual presidente y aún gobernador del Chaco, Angel Rozas, acaricia la aspiración de seguir en el cargo.

Sin embargo no habría descartado comenzar a desbrozar el camino para ser el próximo candidato a presidente de la Nación Un deseo para el cual Rozas luce el pergamino de mantener en manos radicales a su provincia, una posición férreamente defendida ante la avalancha peronista que signa la política argentina por este tiempo.

Pero volvamos al desarrollo de los planes destinados a colocar a Verani en el escena nacional del radicalismo.

Al menos a hoy, dos son los operadores que se encargan de dibujar estrategias y entablar contactos: el diputado nacional Jorge Pascual y el coordinador de Políticas Sociales y legislador electo Daniel Sartor, mano derecha de Verani.

Se sabe que ya conversaron con el dirigente porteño Rafael Pascual, una expresión de poder burocrática muy derruida dentro de la estructura nacional del partido.

Pero el grueso del despliegue de operaciones que el otro Pascual, el rionegrino, y Sartor tienen en mente, busca lograr respaldo del radicalismo del interior para llevar adelante la promoción de Verani.

Los llamados y los encuentros incluirían a los gobernadores de Catamarca, Oscar Castillo; de Corrientes, Ricardo Colombi, y del Chubut, José Luis Lizurume. En la búsqueda de apoyos también se recurrió al presidente del bloque radical de la cámara alta, Carlos Maestro, como también al senador jujeño Gerardo Morales.

Otro canal de persuasión se abrió vía un almuerzo que recientemente mantuvieron Verani y el polémico Enrique Nosiglia, el hombre de las mil tareas encubiertas en favor de distintos intereses políticos.

En ese almuerzo también participaron el gobernador elect Miguel Saiz y Sartor.

Según fuentes radicales, Nosiglia se entusiasmó con los deseos del rionegrino de proyectarse rumbo a la conducción nacional del partido.

Y -siempre según esas fuentes- prometió todo su poder de operación en favor de ese objetivo.

Estos alineamientos alentaron a los radicales, pero también hay conciencia de que sobrarán obstáculos e intereses en la concreción de ese objetivo partidario. Por eso, Sartor y Pascual habrían acordado que "no forzarían una designación" si hay resistencia, pues se priorizaría evitar ese costo político de exposición de Verani.

Hay otra razón a esa proyección de Verani. Obviamente, casi ni se la menciona, pero esa titularidad distanciará al gobernador del escenario rionegrino. Un posibilidad que liberaría mucho el accionar de Saiz en su futura gestión, pues la otra opción de Verani podría ser la presidencia del radicalismo rionegrino. "Me gustaría también quedarme para ser el contestatario", prometió a horas del triunfo de Saiz Un deseo que congela la respiración incluso de los veranistas más ortodoxos (AV/AR)