Suecia llora la muerte de su canciller más popular

La política europeísta y favorita para las próximas elecciones falleció a consecuencia de las puñaladas recibidas de un desconocido, aún prófugo. Consternación en el país y en el mundo.

Los suecos homenajearon ayer a la popular ministra de relaciones exteriores.

ESTOCOLMO(Télam-SNI).- La canciller sueca, Anna Lindh, murió ayer a raíz de las graves heridas sufridas en un shopping del centro de Estocolmo donde fue acuchillada por un desconocido, en un hecho que conmocionó a Suecia y despertó una ola de repudio internacional y una lluvia de condolencias. Ann Lindh, de 46 años, una de las políticas socialdemócratas más populares de su país, destacada activista en favor de la adopción del euro y candidata número uno a suceder al primer ministro Goran Persson, murió ayer a las 5.29 hora local (0.29 hora argentina) en el hospital Karolinska de la capital sueca.

Los médicos intentaron en vano, mediante dos intervenciones quirúrgicas, salvar la vida de la popular ministra, que finalmente sucumbió a las profusas hemorragias internas y al daño hepático causados por las puñaladas que recibió ayer en el pecho y el abdomen de parte de un hombre que sigue prófugo "La muerte de Anna es una terrible tragedia para su familia y para toda Suecia", dijo entre lágrimas y con voz entrecortada el premier Persson al informar sobre la muerte de Lindh en una declaración leída a la prensa. "Anna Lindh nos ha dejado. La familia perdió a la madre y compañera. La socialdemocracia perdió a uno de sus políticos más capaces. El gobierno perdió a una ministra talentosa y a una buena colega. Suecia perdió la cara ante el mundo", dijo Persson La ministra era una ferviente partidaria del "Sí" en el referéndum sobre la adopción de la moneda europea previsto para este domingo, suspendido ayer tras el ataque pero confimado hoy en esa misma fecha por el propio Persson.

"Es fundamental que el proceso democrático no se vea interrumpido por una acción criminal", subrayó el primer ministro al confirmar la celebración de la consulta en la fecha prevista. Todas las encuestas indican que los opositores al euro aventajan a sus partidarios, aunque analistas políticos suecos opinaron que el ataque contra Lindh favorecerá a los que están a favor de la moneda común europea Tras el ataque, la policía sueca buscó en vano al asesino de Lindh, un hombre que según las primeras descripciones tiene rasgos nórdicos, mide cerca de 1,80 metros y tiene unos 30 años de edad. La policía dijo tener en su poder tanto el arma utilizada en el atentado como la campera militar con manchas de sangre de la que se desprendió el asesino durante su huida.

El ataque contra la ministra relanzó en Suecia el debate sobre la seguridad de los responsables políticos, 17 años después del asesinato en plena calle del primer ministro Olof Palme, en 1986.

El magnicidio generó también un amplio rechazo en la comunidad internacional, así como múltiples mensajes de pésame. Dirigentes políticos de toda Europa, entre ellos los jefes de gobierno de Francia, España, Italia y Bélgica y los cancilleres del Reino Unido y Alemania, así como la ONU y la Unión Europea (UE), manifestaron su consternación Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, Colin Powell, recordó a su colega sueca y destacó "su excepcional contribución a la diplomacia internacional y a las relaciones transatlánticas".

ESTOCOLMO. - El asesinato de la canciller Lindh, de 46 años e inmensamente popular en su país y en los círculos diplomáticos de todo el mundo, dejó helados a suecos, y reabrió el debate sobre la seguridad de sus políticos y la efectividad policial, mientras las imágenes de la muerte de otro líder carismático, Olof Palme, estaban en la retina de todos.

La juvenil madre de dos niños había decidido ir de compras con una amiga y sin escolta para relajarse , antes de enfrentar por la noche en un debate televisivo a los adversarios del euro, la moneda común europea. A las 16:30, un desconocido la acuchilló en el abdomen y el brazo delante de varios testigos. Trece horas más tarde moría en el hospital Karolinska, a pesar de los desesperados esfuerzos por salvar su vida La conmoción en Suecia fue tan profunda que la vida de esta sociedad famosa por su libertad y su vocación pacífica quedó virtualmente detenida. Cientos de personas se acercaron al hospital para depositar flores. Las oficinas permanecieron cerradas, y las páginas de Internet colapsaron.

Y una y otra vez volvía a la memoria colectiva el asesinato del primer ministro Olof Palme, cuyas similitudes con el de Lindh no pasaron desapercibidas. Palme fue abatido a tiros a quemarropa el 28 de febrero de 1986 cuando caminaba por el centro de Estocolmo sin guardaespaldas.

Como en el caso de Palme, comenzaron a escucharse críticas ala policía. ¿Por qué tampoco ayer detuvo la policía inmediatamente el metro para buscar al asesino? Este error, entre otros, dejó el asesinato de Palme impune hasta hoy.

"Un error catastrófico para el servicio secreto sueco (SAPO), que se condujo de manera poco profesional e incompetente", criticó el abogado Dennis Trollborg, refiriéndose a la ausencia de guardaespaldas "Si un líder político se mueve en el centro de Estocolomo sin escolta en una coyuntura política tan tensa, alguien tiene que hacerse responsable", opinó el periódico "Dagens Nyheter".

El Ministerio de Justicia de Suecia se sumó a las fuertes crítica . El secretario de Estado Dan Danielsson apuntó: "Que pudiera ocurrir este atentado es un fallo del sistema y de la policía secreta ". El servicio secreto no había asignado custodia personal a Lindh por considerar que "no había amenazas" contra ella. (DPA)