Kirchner echó al jefe de su custodia

Respondió así a las críticas por sus constantes quiebres del protocolo. Quejas en la Federal porque es difícil brindarle seguridad personal. El comisario Pédase fue trasladado y aún no tiene reemplazante.

El estilo K lleva sus riesgos. El presidente ya se lastimó dos veces la frente contra las cámaras de los fotógrafos al ir en busca de la gente.

BUENOS AIRES (ABA).- El Presidente se quedó sin jefe de custodia personal. Aunque nadie en el Gobierno quería confirmarlo, ni negarlo, Néstor Kirchner desplazó de su cargo al comisario Ricardo Pédase, encargado de la seguridad oficial. El mismo Pédase lo aceptó ante "Río Negro": "Sí, me trasladaron a otra área de la Policía Federal. Por ahora no tengo reemplazante, en estos momentos el doctor Kirchner está sin jefe de custodia".

El tema es una cuestión de Estado. La preocupación por la seguridad presidencial hace rato que es una constante entre los más cercanos colaboradores de Kirchner. La sucesión de episodios de descontrol generados por las rupturas de protocolo del mandatario encendieron la luz de alarma. "Néstor es demasiado descontracturado. No se acostumbra a andar rodeado de guardaespaldas, pero no entiende que es necesario, porque además de ciudadano es el Presidente de los argentinos y tiene que cuidarse", reconoció un ministro que prefirió el anonimato en un diálogo con "Río Negro".

En 100 días de gestión, Kirchner ya sufrió dos cortes en la frente, en choques con cámaras fotográficas, y un aterrizaje forzoso con un helicóptero particular en Jujuy. A eso debe sumársele una situación de empujones que terminó con Alberto Fernández, ministro del Interior, revolcado por el suelo. Pero lo que más preocupó a los efectivos de la División Custodia Presidencial fue el extraño suceso de sabotaje que sufrió una camioneta en la que se trasladaba por Misiones, Alicia Kirchner, hermana del jefe de Estado y ministra de Acción Social. "Ese tema no fue ni siquiera investigado, pero fue de mucha gravedad. Algunos peritajes policiales confirmaron que hubo sabotaje y que se buscó provocar un accidente. En el Poder Ejecutivo no nos tomaron en serio", contó a este diario un oficial.

Los problemas en la seguridad que provoca Kirchner, ya convertido en todo un especialista en escapar a sus custodios, suscitaron una interna en la Casa Rosada. Pédase era muy criticado en Casa Militar por no poder "controlar" al Presidente. Cuando cayó el helicóptero en Jujuy, con el motor apunado por la altura cordillerana, hubo retos para el jefe de la custodia, por no controlar los vehículos a los que se sube el Presidente.

"Controlar las naves es una responsabilidad de la Agrupación Aérea de la Casa Militar, que es la que determina cuáles son las máquinas apropiadas", se defendió el comisario Pédase. Al poco tiempo se sucedieron otros dos episodios: el amontonamiento en La Rural donde la custodia se vio desbordada y el acto en Entre Ríos donde Kirchner bajó del palco y caminó entre la gente, volviendo a recibir un golpe en la frente. La semana pasada cayó la gota que colmó el vaso: por el llamado de un celular de la Policía Federal, Pedase se enteró que el Presidente había entrado otra vez al tradicional café Tortoni, en el centro Porteño, para tomar un café Al día siguiente, el jefe de la custodia pidió una entrevista con el Jefe de Estado: quería advertirle que no podía controlar su seguridad si él mismo no colaboraba un poco. "Yo no quiero ser responsable si algo le pasa, señor Presidente", le habría dicho. La respuesta fue inmediata e inesperada: Pédase fue trasladado al área de verificación del automotor de la Policía Federal. El mandatario se quedó sin jefe de custodia y no parece estar apurado para conseguir un reemplazante. En la fuerza aseguran que en realidad Pédase se cavó su propia tumba hace dos semanas, cuando le dijo a la revista Poder: "Me preocupa la seguridad del Presidente". Kirchner se habría disgustado con esas declaraciones.