Muchos votos en blanco, pero no tantos como en el 2001

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Con la imagen triunfal de los ganadores como dato excluyente, los primeros análisis de la elección pasaron por alto la protesta silenciosa que representó en esta ciudad el alto número de votos en blanco.

El fenómeno no tuvo la envergadura del 14 de octubre de 2001 (cuando Ben Laden y Clemente sacaron más votos que muchos candidatos), pero aún así hubo un llamado de atención que merece una lectura detenida.

En el departamento Bariloche el voto en blanco para gobernador llegó al 16,03 por ciento y sumado al nulo alcanzó el 18 por ciento. Una proporción mucho mayor que en el resto de la provincia, donde eligió esa modalidad un 7 por ciento de los votantes, que se adecua a la constante histórica.

Otra particularidad barilochense fue el ausentismo electoral, planteado como visible actitud de protesta. Sólo concurrió a votar aquí el 65,52 por ciento de los empadronados, mientras que el promedio provincial alcanzó el 70,08 por ciento.

En esto tuvieron mucho que ver la extensas colas, en escuelas con pasillos estrechos e invadidos de humo de cigarrillo. Algunos debieron esperar pacientemente más de dos horas para poder entrar al cuarto oscuro. Otros no aguantaron y se fueron.

Fue evidente que la decisión de agrupar a los electores de a 450 por mesa terminó desalentando a los menos constantes. El legislador electo por la UCR, Ricardo Spoturno, dijo que mucha gente "se retiró en masa" al ver el panorama que le esperaba y calculó "en no menos de un 10 por ciento" los que dejaron de votar por ese motivo.

La cuestión es particularmente preocupante porque no se trató de un ausentismo por falta de interés, sino de ciudadanos que desistieron de ejercer su derecho hastiados de las trabas impuestas por el mismo sistema.

Graciela Di Biase, que fue candidata a vicegobernadora por Encuentro, creyó necesario determinar "si hubo alguna intencionalidad" en la decisión de reducir el número de mesas, cambiar las escuelas para todos los votantes y habilitarlas sólo en parte, como ocurrió en la 154 de El Frutillar, donde el hacinamiento fue motivo de varias discusiones.

En cuanto al voto en blanco, Di Biase consideró que "tuvo mucho que ver el corte de boleta", con el cual muchos terminaron confundidos y pusieron en el sobre sólo algunas de las categorías. Pero también admitió la incidencia de cierta "disconformidad" con los políticos en su conjunto.

El voto en blanco para las categorías municipales bajó mucho, pero aún así fue significativo. En la franja de intendente se abstuvieron de elegir el 10,8 por ciento de los votantes y en la de concejales el 14,56.